Consejos para padres y cuidadores: cómo ayudar a niños y adolescentes a mantener una buena salud mental
Fomentar una buena salud mental es de vital importancia para el bienestar general de los niños y adolescentes. Los padres y cuidadores, como figuras de referencia para los más jóvenes, juegan un papel fundamental en la promoción de una buena salud mental. Hoy queremos compartir algunos consejos y recomendaciones para ayudar a los niños y adolescentes a mantener una buena salud mental, lo que contribuirá a reducir las probabilidades de que necesiten ayuda especializada de psicólogos y o psiquiatras más adelante.
Fomenta la comunicación abierta
La comunicación abierta es esencial para una buena salud mental. Anima a los niños y adolescentes a hablar sobre sus sentimientos y pensamientos. Escucha activamente y demuéstrales que te importa lo que te cuentan. Fomenta la conversación con preguntas abiertas. Evita juzgar, criticar o menospreciar sus sentimientos. Proporciona un espacio seguro para que los niños y adolescentes se expresen libremente.
Enseña habilidades de resolución de problemas
Los niños y adolescentes pueden aprender habilidades para resolver problemas y tomar decisiones informadas. Anima a los más jóvenes a buscar soluciones prácticas a los problemas y a aprender de sus errores. Enséñales a considerar diferentes opciones y a evaluar los pros y los contras de cada una. Enséñales a establecer metas y a planificar el modo de alcanzarlas. Ayúdales a entender que pueden buscar ayuda cuando sea necesario.
Promueve la actividad física
La actividad física regular es importante para la salud mental. Anímales a hacer ejercicio y a participar en actividades deportivas. La actividad física ayuda a reducir la ansiedad y el estrés, mejora el estado de ánimo y aumenta la confianza en uno mismo. La actividad física también puede ayudar a mejorar el sueño y reducir los síntomas de la Depresión.
Establece una rutina
Mantener una rutina regular puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés. Establece una rutina diaria para los niños y adolescentes, incluyendo momentos para la actividad física, el aprendizaje y ratos de ocio. Una rutina establecida puede ayudarles a sentirse seguros y cómodos. Una rutina también puede ayudar a los niños y adolescentes a aprender a administrar su tiempo y a establecer prioridades.
Limita el tiempo de pantalla
Demasiado tiempo frente a las pantallas puede afectar la salud mental. Establece límites de tiempo para el uso de dispositivos electrónicos y anima a los niños y adolescentes a participar en actividades que no involucren pantallas. Supervisa el uso de estos medios para evitar la exposición a contenidos inadecuados, el ciberacoso y el aislamiento social. Limita el tiempo que pasan viendo televisión, jugando videojuegos y navegando por Internet y anímales a leer libros, a jugar juegos de mesa o a hacer actividades al aire libre.
Potencia la creatividad
La creatividad puede ser una excelente manera de reducir el estrés y la ansiedad. Fomenta su creatividad a través del arte, la música, la escritura u otras actividades creativas. Proporciónales materiales para potenciar su creatividad, como pinturas, instrumentos musicales y libros de arte. Anímalos a experimentar con diferentes formas de expresión creativa.
Fomenta la resiliencia
La resiliencia es la capacidad de recuperarse de la adversidad. Fomentar la resiliencia es importante para la buena salud mental de los niños y adolescentes. Desarrolla su resiliencia enseñándoles a enfrentar desafíos y a encontrar soluciones. Ayúdales a ver los errores como oportunidades para aprender y a no rendirse ante la primera dificultad. Enséñales a buscar apoyo cuando sea necesario y a no tener miedo de pedir ayuda.
Proporciónales un ambiente seguro y de apoyo
Un ambiente seguro y de apoyo es esencial para la salud mental de los más jóvenes. Asegúrate de que los niños y adolescentes se sientan seguros y apoyados en casa y en el colegio. Establece límites claros y consistentes para el comportamiento y el respeto mutuo. Asegúrate de que se sientan valorados y queridos. Proporciona un ambiente seguro y tranquilo para que puedan desarrollarse y prosperar.
Enséñales la importancia de la nutrición
Una buena nutrición puede afectar la salud mental. Enséñales la importancia de desarrollar hábitos alimenticios saludables y equilibrados. Asegúrate de que comen una dieta variada que incluya frutas, verduras, proteínas y granos integrales. Evita los alimentos procesados y azucarados. Mantenles hidratados con agua y limita el consumo de bebidas azucaradas.
Sé un modelo a seguir
Los niños y adolescentes aprenden a través del ejemplo. Cuida tu propia salud mental y demuestra hábitos saludables en tu vida diaria. Si estás lidiando con problemas emocionales, busca ayuda para superarlos. Al hacerlo, les enseñarás a tus hijos la importancia de cuidar su propia salud mental y les darás las herramientas necesarias para enfrentar sus propios desafíos emocionales.
Conclusión
Mantener una buena salud mental en niños y adolescentes es una responsabilidad compartida entre padres, cuidadores y educadores. Siguiendo estos consejos y recomendaciones, podrás ayudar a tus hijos a desarrollar habilidades emocionales y de afrontamiento, fomentar relaciones sociales saludables y garantizar que cuenten con el apoyo y la comprensión necesarios para enfrentar los desafíos de la vida. No dudes en buscar ayuda profesional si sospechas que tu hijo puede estar experimentando problemas de salud mental, ya que la intervención temprana es clave para garantizar su bienestar a largo plazo.
Pueden ayudarte
Miriam Alonso Cecilia
Psicóloga
Ignacio Civeira Marín
Psiquiatra Infanto-Juvenil
Abigail Huertas Patón
Psiquiatra Infanto-Juvenil
Laura Moreno Fernández
Psiquiatra Infanto-Juvenil
Sandra Millán
Psicóloga
Álvaro Tamayo Saiz
Psicólogo
¿Cómo la Terapia de Aceptación y Compromiso puede ayudar en el tratamiento de los trastornos de ansiedad?
Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT)
La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT, por sus siglas en inglés) se incluye dentro de las llamadas Tercera Generación de Terapias de Conducta. Este término hace alusión a un conjunto de terapias que representan un salto cualitativo respecto a las anteriores (terapias de primera y segunda generación), diferenciándose de éstas en que las técnicas que emplean no se orientan a la eliminación o modificación directa de los síntomas, sino a la alteración de su función; es decir, se centran en la relación que el individuo mantiene con sus pensamientos, emociones, etc… y buscan desarrollar habilidades de afrontamiento para modificar aquellos patrones que resultan problemáticos.
En concreto, ACT se basa en la idea de que gran parte del sufrimiento humano se produce cuando, de manera generalizada, la persona actúa bajo la necesidad de controlar y/o evitar la presencia de pensamientos, recuerdos, sensaciones y emociones desagradables. Es decir, cuando no está dispuesta a establecer contacto con sus emociones, pensamientos…. Se genera así un patrón inflexible de conducta formado por numerosas respuestas con la misma función: controlar el malestar así como las circunstancias que los generan.
El problema ocurre cuando la necesidad permanente de eludir el malestar obliga al individuo a actuar de un modo que, paradójicamente, no solo no resulta eficaz sino que con el tiempo deriva en un abandono de las áreas valiosas de la persona y en un empobrecimiento de su vida.
La experiencia habitual es que se produce un relativo alivio inmediato al no entrar en contacto con ese malestar, pero provoca un “efecto boomerang” en el que vuelve a estar presente, y a veces de forma más intensa y extendida, y la persona acaba enredada en una larga, e infructuosa, lucha contra los síntomas. Este patrón inflexible es lo que en la ACT se conoce como evitación experiencial, que puede ser la base de distintos trastornos psicológicos.
En la ACT, una de las tareas más importantes, denominada el compromiso con los valores, implica precisamente identificar nuestros valores personales y comprometernos con las acciones que son importantes para nosotros y que nos acercan a ellos, incluso si esto implica el tener que afrontar y aceptar las reacciones emocionales que puedan surgir en este proceder (miedo, incomodidad, etc…).
El objetivo, por tanto, sería el de generar flexibilidad psicológica, es decir, dejar que surjan los pensamientos, emociones, etc., y tomar la dirección de la aceptación, y no del control de los mismos, en el marco del compromiso del paciente con sus valores personañes. Para ello, se delimitan seis procesos fundamentales a trabajar en terapia: la aceptación, la defusión cognitiva, el yo observador, el compromiso con los valores, la acción comprometida y la atención plena.
Aplicación de ACT en el tratamiento de los trastornos de ansiedad
La ACT ha sido evaluada en numerosos estudios clínicos y ha demostrado ser efectiva en el tratamiento de diversos problemas psicológicos, entre ellos, los trastornos de ansiedad (ansiedad generalizada, fobias, trastorno de pánico, agorafobia…).
Podemos definir la ansiedad como una reacción normal y adaptativa que experimentamos en situaciones en que nos sentimos amenazadas o en peligro, y que nos prepara y nos mantiene alerta para actuar ante ellas. No obstante, se considera una respuesta patológica cuando es de una intensidad excesiva o es persistente, dificulta la adaptación, e interfiere en el funcionamiento diario de la persona. Su manifestación puede ser heterogénea y varía entre: síntomas fisiológicos (respuesta somática: taquicardias, sudoración, mareo, etc.), conductuales (respuestas de evitación, bloqueo, huida), cognitivos (preocupaciones, pensamientos catastrofistas…) y emocionales (miedo, angustia, irritabilidad…).
La formulación que se hace desde ACT de los trastornos de ansiedad se centra en comprender cómo la lucha por controlar, evitar o suprimir los síntomas, es decir, los intentos de solución que la persona ha llevado a cabo, puede acabar perpetuándolos y constituyendo en sí misma el problema principal.
La evitación experiencial en estos casos consistiría en todo aquel repertorio de conductas que el individuo desarrolla orientado a tratar de controlar que la ansiedad aparezca, como por ejemplo: evitar todas aquellas acciones o situaciones que supone que le pueden producir o aumentar su ansiedad; estar alerta y focalizar la atención en las sensaciones corporales indicativas de activación o tensión; preocuparse y anticipar los posibles escenarios “catastrofistas” que puedan ocurrir; abuso de alcohol u otros tóxicos para tratar de “evadirse”, etc…
Con el tiempo, esto lleva a un patrón rígido de conducta que hace que la vida se limite a evitar el sufrimiento y la ansiedad, aunque lo que se consigue a largo plazo es el mantenimiento y el aumento de la misma, con el consecuente estrechamiento de las relaciones y el alejamiento de los valores personales.
La ACT busca romper este bucle en el que la persona queda atrapada, ayudándola a reconectar con sus valores y con el momento presente, identificar estos patrones, y aprender a relacionarse con ellos de una manera más flexible.
Bibliografía:
– Luciano, M. C., y Valdivia, M. S. (2006). La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT). Fundamentos, características y evidencia. Papales del psicólogo, vol. 27 (2), pp. 79-91.
– Hayes, S.C., Strosahl, K. D., y Wilson, K. G. (2014). Terapia de Aceptación y Compromiso. Proceso y Práctica del Cambio Consciente (Mindfulness). Biblioteca de Psicología. Desclée de Brouwer.
Pueden ayudarte
Julián Gómez Peñalver
Psiquiatra
María Martín Larregola
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Herminio Martínez Cano
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Álvaro Ramos Paniagua
Psiquiatra
10 Recomendaciones para personas con Trastorno Bipolar
El Trastorno Bipolar es una enfermedad que provoca cambios drásticos en el estado de ánimo, la energía y la capacidad para funcionar. Aunque todavía no existe una cura definitiva, hay numerosas estrategias relacionadas con el estilo de vida que pueden ayudar a las personas con Trastorno Bipolar a llevar una vida más equilibrada y saludable, así como a mejorar su pronóstico y funcionalidad a largo plazo. En este artículo, exploramos 10 recomendaciones que pueden marcar una diferencia significativa en la vida de quienes enfrentan este desafío.
1. Establece una rutina regular
Mantener una rutina diaria estable es fundamental para las personas que padecen un Trastorno Bipolar. Establecer horarios fijos para dormir, comer y realizar actividades ayuda a mantener un equilibrio y reducir la aparición de episodios maníacos o depresivos.
2. Asegúrate de dormir lo suficiente
El sueño es esencial para la salud mental y física. Las personas con Trastorno Bipolar deben esforzarse por obtener entre 7 y 9 horas de sueño de calidad cada noche. Mantener un horario regular de sueño y evitar las siestas largas durante el día puede ser útil para lograrlo.
3. Evita el alcohol y las drogas
El consumo de alcohol y drogas puede exacerbar los síntomas del trastorno bipolar y aumentar el riesgo de episodios maníacos o depresivos. Por ello, es importante evitar el consumo de sustancias que puedan desencadenar alteraciones en el estado de ánimo.
4. Practica ejercicio regularmente
La actividad física regular puede tener un impacto positivo en la salud mental y física. El ejercicio puede mejorar el estado de ánimo, reducir la ansiedad y aumentar la energía. Se recomienda que las personas con Trastorno Bipolar realicen al menos 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de actividad intensa por semana.
5. Mantén una alimentación equilibrada
Una dieta saludable y equilibrada es fundamental para mantener un buen estado de ánimo y una salud óptima. Consumir alimentos saludables, como frutas, verduras, granos integrales, proteínas magras y grasas saludables, puede ayudar a estabilizar los niveles de energía y mejorar el bienestar emocional.
6. Controla el estrés
El estrés puede ser un desencadenante importante para los episodios de Trastorno Bipolar. Aprender técnicas efectivas de manejo del estrés, como la meditación, el yoga o la respiración profunda, puede ser beneficioso para mantener un equilibrio emocional.
7. Participa en actividades sociales
El apoyo social es crucial para las personas con Trastorno Bipolar. Mantener relaciones significativas y participar en actividades sociales puede mejorar la calidad de vida y reducir el aislamiento.
8. Establece objetivos realistas
Las personas con Trastorno Bipolar pueden beneficiarse de establecer metas realistas y alcanzables para su vida personal y profesional. Esto puede ayudar a mantener la motivación y prevenir la frustración que puede desencadenar episodios maníacos o depresivos.
9. Toma la medicación correctamente
Seguir el plan de tratamiento prescrito por un profesional de la salud es fundamental para mantener el trastorno bipolar bajo control. Tomar los medicamentos según lo indicado y acudir a las citas médicas de manera regular puede marcar una gran diferencia en la efectividad del tratamiento y mejorar la calidad de vida.
10. Explica la enfermedad a familiares y amigos
Es importante que las personas cercanas a alguien con Trastorno Bipolar comprendan la enfermedad y sepan cómo ayudarte en caso de necesidad. Compartir información sobre la enfermedad y las estrategias de afrontamiento puede ayudar a crear un entorno de comprensión y aceptación.
Si tienes cualquier duda, contacta con nosotros. ¡Estaremos encantados de ayudarte!

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Julián Gómez Peñalver
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Cómo elegir al psiquiatra adecuado
Por más que la búsqueda del psiquiatra adecuado pueda parecer abrumadora, vale la pena dedicar tiempo y esfuerzo para encontrar al profesional que mejor se adapte a tus necesidades. Un buen psiquiatra puede hacer una gran diferencia en la forma en que manejas tus problemas de salud mental, y en última instancia, en tu calidad de vida.
El primer paso para encontrar al psiquiatra adecuado es hacer una lista de posibles candidatos. Puedes comenzar preguntando a tu médico de cabecera, amigos o familiares. Ellos pueden tener una recomendación basada en su propia experiencia o en la experiencia de alguien que conocen. También puedes buscar en línea o en directorios médicos para encontrar psiquiatras cercanos a ti.
Una vez que tengas una lista de posibles candidatos, es importante verificar las credenciales de los diferentes profesionales. Asegúrate de que estén debidamente colegiados y tengan la certificación adecuada en psiquiatría. Puedes verificar esto en línea a través de la web del colegios médicos de tu comunidad – Directorio Profesional | Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (icomem.es).
La especialización del psiquiatra también es importante. Los psiquiatras pueden tener diferentes especialidades, como Trastornos del Estado de Ánimo, Trastornos de Ansiedad, Trastornos de la Personalidad, o Psicosis entre otros. Es importante encontrar un psiquiatra que tenga experiencia en el tratamiento del trastorno específico al que te enfrentas.
Otro aspecto fundamental es la conexión personal con el psiquiatra. La relación terapéutica debe ser de confianza y apoyo. Programa una consulta para conocer al psiquiatra, hacer preguntas y evaluar si hay una buena conexión personal. Si no te sientes cómoda/o con el psiquiatra, puede que te interese buscar otro profesional.
El plan de tratamiento también es importante. Asegúrate de que el psiquiatra tenga un plan claro y específico para tus necesidades. Debe explicarte los tratamientos disponibles, los beneficios y riesgos, y qué esperar con respecto a tu evolución.
Debes verificar si el psiquiatra acepta tu seguro de salud. Los costos de tratamiento pueden ser una preocupación para muchas personas, por lo que debes asegurarte de que el psiquiatra acepte tu seguro o de que ofrezca opciones de pago asequibles. Para garantizar la mejor atención posible y una duración adecuada de las consultas, es probable que muchas consultas trabajen solamente con seguros de reembolso.
En conclusión, encontrar al psiquiatra adecuado puede ser un proceso desafiante, pero vale la pena el esfuerzo. Verifica las credenciales, la especialización y cómo te sientes con el psiquiatra. Asegúrate de que tenga un plan de tratamiento específico para tus necesidades y que acepte tu seguro de salud. Una vez que encuentres al psiquiatra adecuado, trabajaréis en equipo para alcanzar la estabilidad emocional y mejorar tu calidad de vida.

Pueden ayudarte
Ignacio Civeira Marín
Psiquiatra Infanto-Juvenil
Julián Gómez Peñalver
Psiquiatra
Abigail Huertas Patón
Psiquiatra Infanto-Juvenil
María Martín Larregola
Psiquiatra
Herminio Martínez Cano
Psiquiatra
Laura Moreno Fernández
Psiquiatra Infanto-Juvenil
Álvaro Ramos Paniagua
Psiquiatra
Elena Serrano Drozdowskyj
Psiquiatra
Jaime Adán Manes
Psiquiatra
Opciones no farmacológicas en el tratamiento del TDAH
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno neurobiológico que afecta tanto a niños como a adultos y se caracteriza por síntomas como la falta de atención, la hiperactividad y la impulsividad. Aunque la medicación es a menudo una parte importante en el tratamiento del TDAH, existen otras opciones no farmacológicas que pueden ser de gran ayuda. En este artículo exploraremos algunas de estas alternativas y veremos cómo pueden beneficiar a quienes padecen este trastorno.
Terapia Cognitivo-Conductual (TCC)
La Terapia Cognitivo-Conductual es una forma de psicoterapia que se centra en modificar patrones de pensamiento y comportamiento negativos. En el caso del TDAH, la TCC ayuda a desarrollar habilidades de organización, planificación y gestión del tiempo, así como a mejorar la autoestima y la tolerancia a la frustración. Esta técnica es especialmente útil para adultos con TDAH, aunque puede ser adaptada para niños y adolescentes.
Técnicas de modificación de conducta
La terapia de modificación de conducta se basa en el uso de refuerzos positivos y negativos para cambiar comportamientos específicos. En el caso del TDAH, este enfoque puede ser útil para mejorar la conducta en casa, el colegio y otros entornos. Los padres y profesores pueden aprender técnicas para ofrecer premios y privilegios, así como establecer consecuencias negativas para comportamientos no deseados.
Entrenamiento en habilidades sociales
Las personas con TDAH a menudo tienen dificultades en sus relaciones interpersonales debido a la impulsividad, la falta de atención y la hiperactividad. El entrenamiento en habilidades sociales permite a las personas con TDAH mejorar sus habilidades de comunicación, empatía y resolución de conflictos, lo que contribuye a mejorar su calidad de vida y bienestar emocional.
Terapias de apoyo al aprendizaje
El TDAH puede afectar negativamente el rendimiento académico de niños y adolescentes. Por lo tanto, es importante proporcionar apoyo adicional en el ámbito educativo. Esto puede incluir tutorías individualizadas, adaptaciones curriculares y técnicas de estudio específicas que faciliten la concentración y la retención de información.
Mindfulness y técnicas de relajación
El mindfulness y otras técnicas de relajación, como la meditación y el yoga, pueden ayudar a las personas con TDAH a mejorar su capacidad de concentración y a reducir los síntomas de ansiedad y estrés. Practicar estas técnicas regularmente favorece una mejor autogestión de los síntomas del TDAH y un mayor bienestar emocional.
Ejercicio físico
El ejercicio físico regular ha demostrado tener un efecto beneficioso para las personas con TDAH, ya que ayuda a mejorar la concentración, reducir la impulsividad y aumentar la producción de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina. Se recomienda que las personas con TDAH realicen al menos 30 minutos de actividad física moderada al día, preferiblemente al aire libre.
Terapia de Integración Sensorial
La terapia de integración sensorial se centra en mejorar la forma en la que el cerebro procesa la información sensorial, lo que puede ayudar a las personas con TDAH a desarrollar una mejor concentración y una mayor capacidad de autocontrol. Esta terapia es especialmente útil para los niños con TDAH y puede incluir actividades como la estimulación táctil, los ejercicios de equilibrio y otras actividades de coordinación motora.
Dieta y suplementos nutricionales
Si bien no hay una dieta específica para el TDAH, llevar una alimentación saludable y equilibrada puede contribuir a mejorar la función cerebral y los síntomas de este trastorno. Algunos estudios sugieren que ciertos suplementos nutricionales, como los ácidos grasos omega-3 y el hierro, podrían ser beneficiosos para quienes padecen un TDAH.
Conclusión
El tratamiento del TDAH no debe limitarse a la medicación. Las opciones no farmacológicas, como la terapia cognitivo-conductual, el entrenamiento en habilidades sociales, la actividad física y el neurofeedback, pueden ser herramientas valiosas para mejorar la calidad de vida y la funcionalidad de quienes lo padecen. Si bien es importante que cada individuo y su familia trabajen con profesionales de la salud para desarrollar un plan de tratamiento personalizado, estas estrategias complementarias pueden ofrecer apoyo adicional y mejorar los resultados a largo plazo.

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Ignacio Civeira Marín
Psiquiatra Infanto-Juvenil
Esther García
Psicóloga
Abigail Huertas Patón
Psiquiatra Infanto-Juvenil
Laura Moreno Fernández
Psiquiatra Infanto-Juvenil
EMDR y trauma emocional
La terapia EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares) es una terapia psicológica que se ha desarrollado a lo largo de los últimos treinta años. Fue creada por la psicóloga estadounidense Francine Shapiro, quien descubrió por casualidad que los movimientos oculares rítmicos podían ayudar a reducir la ansiedad asociada con ciertos recuerdos traumáticos.
Se trata de una técnica utilizada para ayudar a las personas a procesar y superar traumas psicológicos. Esta técnica ha demostrado ser efectiva para tratar una variedad de problemas emocionales derivados de un trauma emocional, incluyendo el trastorno de estrés postraumático (TEPT) así como algunas formas de Ansiedad y Depresión.
¿En qué se basa el EMDR?
El EMDR se basa en la idea de que las experiencias traumáticas pueden almacenarse en el cerebro de una manera disfuncional debido a la dificultad que el cerebro encuentra para integrar experiencias tan complejas, lo que puede causar una serie de síntomas psicológicos a largo plazo. A través de la terapia EMDR, se trabaja para desbloquear y procesar estas experiencias traumáticas, lo que permite que el cerebro las integre de una manera más adaptativa. Se cree que el EMDR puede afectar la forma en que el cerebro procesa la información traumática, lo que puede conducir a una reducción de los síntomas asociados con el trauma, como la ansiedad, la depresión y los flashbacks.
A este respecto, se ha demostrado que durante una sesión de EMDR, los movimientos oculares rítmicos pueden reducir la actividad en la amígdala, una región del cerebro asociada con el procesamiento emocional. También se ha observado una reducción en la actividad en el sistema límbico, que está involucrado en la regulación emocional y la memoria. Además, durante una sesión de EMDR, se pueden hacer conexiones entre el recuerdo traumático y pensamientos más positivos o constructivos, lo que puede ayudar a cambiar la forma en que el cerebro procesa la información relacionada con el trauma.
¿Cómo es una sesión de EMDR?
Durante una sesión de EMDR, el terapeuta guía al paciente a través de una serie de movimientos oculares rítmicos mientras se enfoca en el recuerdo del evento traumático. Estos movimientos pueden ser similares a los que se experimentan naturalmente durante el sueño REM. También se puede utilizar una serie de estímulos auditivos o táctiles. Es probable que no se pueda empezar a aplicar esta técnica de entrada. En casos graves es importante establecer primero una relación terapéutica de confianza y generar en la consulta un espacio de seguridad.
Aunque el mecanismo exacto por el cual el EMDR funciona aún no se comprende completamente, la teoría detrás de esta técnica sugiere que los movimientos oculares, junto con los estímulos auditivos o táctiles, pueden ayudar a desbloquear la información almacenada en el cerebro de manera disfuncional, lo que permite que el cerebro procese y pueda integrar esta información de manera más efectiva. En esencia, el EMDR ayuda al cerebro a «reprocesar» el evento traumático de una manera más saludable.
Además de los movimientos oculares, la terapia EMDR también puede implicar el uso de visualizaciones, técnicas de relajación y otras formas de terapia cognitiva y conductual. El objetivo final es ayudar al paciente a procesar y superar el trauma, lo que puede llevar a una mejor calidad de vida y una mayor capacidad para manejar el estrés y las emociones difíciles.
En Consulta Velázquez podemos ayudarte
Si usted ha sufrido un trauma emocional o está luchando con problemas emocionales, la terapia EMDR puede ser una opción efectiva para ayudarle a superar estos problemas y mejorar su calidad de vida. Si está interesado en aprender más sobre esta técnica o busca un terapeuta especializado en EMDR, estaremos encantados de atenderle.

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Inés Bárcenas Taland
Psicóloga
Esther García
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Elisa García Martínez
Psicóloga
Ana Mazo Agüero
Psicóloga
Sandra Millán
Psicóloga
La tDCS en TDAH, un abordaje prometedor

Estimulación Transcraneal por Corriente Directa y TDAH: Un abordaje prometedor para mejorar la atención y la concentración
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno neuropsiquiátrico que afecta a millones de personas en todo el mundo. Sus síntomas incluyen falta de atención, impulsividad e hiperactividad, lo que puede causar dificultades en la vida cotidiana, tanto para niños como para adultos. Aunque los tratamientos farmacológicos han demostrado ser efectivos en el manejo de los síntomas del TDAH, no todos los pacientes responden adecuadamente a estos medicamentos y algunas personas no toleran sus efectos secundarios. La Estimulación Transcraneal por Corriente Directa (tDCS, por sus siglas en inglés) ha emergido en los últimos años como una alternativa prometedora y no invasiva para el tratamiento del TDAH. Veamos cómo funciona la tDCS y cómo puede ser beneficiosa en el manejo de los síntomas del TDAH.
¿Qué es la tDCS?
La Estimulación Transcraneal de Corriente Directa (tDCS) es una técnica no invasiva de estimulación cerebral que utiliza corrientes eléctricas de baja intensidad para modificar la excitabilidad de las neuronas. La corriente se aplica a través de electrodos colocados en el cuero cabelludo, lo que permite dirigir la estimulación a áreas específicas del cerebro. La tDCS ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de diversas condiciones neuropsiquiátricas, como la Depresión, la Esquizofrenia, el dolor crónico (incluyendo la Fibromialgia) y el TDAH.
La tDCS en el tratamiento del TDAH
La investigación sobre la efectividad de la tDCS en el tratamiento del TDAH ha ofrecido hasta la fecha resultados prometedores. Estudios recientes han mostrado que la tDCS puede mejorar la función cognitiva en pacientes con TDAH, incluyendo la atención sostenida, la inhibición de impulsos y la memoria de trabajo. Aunque los mecanismos exactos aún no se comprenden completamente, se cree que la tDCS puede modular la actividad en áreas del cerebro relacionadas con la atención y el control de impulsos, como la corteza prefrontal dorsolateral. Es importante destacar que la tDCS no es una cura para el TDAH, sino que es una herramienta para ayudar a manejar los síntomas del trastorno. La tDCS puede utilizarse en combinación con otros tratamientos convencionales como la terapia conductual, el entrenamiento cognitivo y la medicación.
Beneficios de la tDCS en el tratamiento del TDAH
1. No invasivo y seguro: La tDCS es un procedimiento no invasivo y muy seguro, con efectos secundarios mínimos y transitorios, como enrojecimiento en el área de aplicación de los electrodos y sensación de hormigueo. Esto lo convierte en una opción atractiva para aquellas personas que no pueden tolerar los efectos secundarios de los medicamentos para el TDAH.
2. Potencial sinérgico con terapias existentes: La tDCS puede utilizarse en combinación con terapias farmacológicas y no farmacológicas, lo que permite una aproximación multidisciplinaria al tratamiento del TDAH.
3. Efectos duraderos: Aunque los efectos de una única sesión de tDCS pueden ser temporales, la investigación sugiere que la repetición de sesiones de tDCS puede conducir a mejoras sostenidas en la atención y el enfoque en pacientes con TDAH.
4. Accesibilidad: A medida que la tecnología de tDCS se vuelve más accesible y asequible, los pacientes con TDAH tienen una mayor oportunidad de beneficiarse de este tratamiento innovador. Además, la tDCS puede ser administrada en casa con dispositivos portátiles y bajo la supervisión de un profesional de la salud, lo que facilita su integración en la vida cotidiana.
Desafíos y consideraciones futuras
A pesar de los resultados prometedores, la investigación en tDCS para el tratamiento del TDAH todavía está en sus etapas iniciales. Necesitamos más estudios para determinar la dosis óptima, la ubicación ideal de los electrodos, la duración del tratamiento y la frecuencia de las sesiones. Además, es esencial identificar los subgrupos de pacientes con TDAH que pueden beneficiarse más de la tDCS, así como desarrollar estrategias para predecir y mejorar la respuesta al tratamiento.
En definitiva, la Estimulación Transcraneal de Corriente Directa (tDCS) es una técnica prometedora para el tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), especialmente en el caso de aquellas personas que no han respondido de forma adecuada al tratamiento farmacológico o que no toleran sus efectos secundarios. Aunque aún necesitamos más estudios para determinar las mejores prácticas en la aplicación de la tDCS para el TDAH, los estudios actuales sugieren que esta intervención no invasiva y segura puede ser beneficiosa para mejorar los síntomas en pacientes con TDAH. Con un enfoque personalizado y multidisciplinario, la tDCS podría ser una valiosa herramienta en el arsenal terapéutico para el manejo del TDAH.
La tDCS en el tratamiento de la Depresión

La Estimulación Transcraneal por Corriente Directa en el tratamiento de la Depresión
La Estimulación Transcraneal con Corriente Directa (tDCS) es una técnica de estimulación cerebral no invasiva que ha demostrado tener un efecto prometedor en el tratamiento de la Depresión. La Depresión es un trastorno que afecta a millones de personas en todo el mundo. Si bien hay varios tratamientos disponibles para la Depresión, como la medicación y la psicoterapia, se calcula que en torno a un 30% de las personas que padecen esta enfermedad siguen experimentando síntomas a pesar del tratamiento (esto es loque llamamos habitualmente una Depresión Resistente). La tDCS ofrece un nuevo e innovador enfoque en el tratamiento de la Depresión, especialmente para aquellos casos que no han encontrado alivio con otros tratamientos.
¿Cómo funciona la tDCS?
La tDCS consiste en la aplicación una corriente eléctrica de baja intensidad (generalmente no superior a 2mA) sobre áreas específicas del cerebro. Esta corriente se aplica a través de electrodos que se colocan en zonas específicas cuero cabelludo (en el caso de la Depresión se aplican habitualmente sobre la corteza prefrontal dorsolateral).
La tDCS en el tratamiento de la depresión
arios estudios han demostrado los efectos positivos de la tDCS en el tratamiento de la Depresión. En un reciente metaanálisis (Razza, 2020) que incluía un total de 1092 pacientes, los participantes con trastorno depresivo mayor recibieron tDCS activa experimentaron mejoras significativamente mayores en sus síntomas depresivos que aquellos tratados con placebo. Se han visto resultados similares en otros estudios, lo que sugiere que la tDCS es un tratamiento efectivo para tratar la Depresión.
Uno de los beneficios de la tDCS es que es un tratamiento relativamente rápido y fácil de administrar. Las sesiones suelen durar entre 20 y 30 minutos y se pueden realizar tanto en una clínica como en casa bajo la supervisión de un profesional de la salud. Además, la tDCS ha demostrado tener un bajo riesgo de efectos secundarios, lo que la convierte en una opción extraordinariamente segura, sin los efectos secundarios habituales de los antidepresivos (aumento de peso, disfunción sexual, etc.).
Es importante tener en cuenta que, aunque la tDCS ha mostrado ser prometedora en el tratamiento de la Depresión, no se suele considerar como un tratamiento independiente. La tDCS se utiliza típicamente en combinación con otros tratamientos, como la medicación y la psicoterapia. Por otra parte, necesitamos más estudios para identificar los parámetros de tratamiento más efectivos en el tratamiento de la Depresión y para terminar de comprender los efectos a largo plazo de la tDCS en la Depresión.
Si está luchando con la depresión y no ha encontrado alivio con otros tratamientos, la tDCS puede ser una opción a considerar. Podemos ayudarle a determinar si la tDCS es apropiada para usted. Con sus resultados prometedores y efectos secundarios mínimos, la tDCS ofrece esperanza a aquellos que luchan con la Depresión.
La tDCS en el tratamiento de la Adicción

La Estimulación Transcraneal por Corriente Directa en el tratamiento de la Adicción
La adicción es una enfermedad crónica que se caracteriza por la incapacidad para controlar el consumo de sustancias o comportamientos a pesar de las consecuencias negativas que ocasionan. Aunque existen tratamientos efectivos para la adicción, muchos individuos tienen muchas dificultades para mantener la abstinencia a largo plazo. La Estimulación Transcraneal con Corriente Directa (tDCS, por sus siglas en inglés) es una técnica de neuromodulación no invasiva que ha mostrado resultados prometedores en el tratamiento de la adicción.
¿Cómo funciona la tDCS?
Las diferentes teorías descritas hasta la fecha sugieren que la tDCS es capaz de mitigar el deseo de consumo (técnicamente conocido como craving) y es capaz de mejorar la actividad inhibitoria del lóbulo frontal, lo que hace que los pacientes adictos aumenten su capacidad para no dejare arrastrar por el deseo de consumo.
La tDCS en el tratamiento de adicciones
La tDCS ha demostrado ser efectiva en el tratamiento del Trastorno por Uso de Cocaína (Batista, 2015) y en el Juego Patológico (Borsellino, 2018). En estos estudios, los participantes recibieron tDCS activa o una estimulación con placebo durante varios días consecutivos. Los resultados mostraron que aquellos que recibieron tDCS activa tuvieron una reducción significativa en su consumo en comparación con aquellos que recibieron la estimulación falsa.
Por otra parte, la tDCS también ha mostrado efectos positivos a la hora de mitigar el descontrol alimentario en casos Trastorno por Atracón, que con frecuencia se asocia a un síndrome de Adicción a Hidratos de Carbono de Absorción Rápida (Chen, 2020).
Así pues, diferentes preliminares sugieren que la tDCS puede ser una herramienta efectiva para el tratamiento de la adicción. Sin embargo, necesitamos más estudios para determinar los efectos a largo plazo de la tDCS, así como para establecer los protocolos idóneos para su uso en la práctica clínica.
Hay que destacar que la tDCS no debe emplearse como un tratamiento único para la adicción. La tDCS debe utilizarse en combinación con otros tratamientos, especialmente la psicoterapia (la terapia de grupo sigue siendo la técnica más efectiva para la mayoría de los casos).
Abordaje del Trastorno del Espectro del Autismo
El tratamiento del autismo consiste en atender las necesidades de la persona y es necesario un abordaje multidisciplinar, intensivo y extensivo, en todas las áreas del desarrollo de la persona y puede variar e ir adaptándose a las necesidades que vayan surgiendo a lo largo de la vida. No existe una cura para el autismo. Los tratamientos actuales que pueden ser necesarios en personas autistas van encaminados a reducir síntomas que interfieren en su adaptación y calidad de vida.
Un abordaje multidisciplinar, extensivo e intensivo
Es importante tener en cuenta que cada persona presenta unas fortalezas y debilidades y diferentes necesidades de tratamiento.
El abordaje del autismo abarca todos los entornos del individuo, el entorno social, el entorno educativo, el hogar y el centro sanitario por lo que es muy importante que todos los profesionales que intervienen con la persona estén en estrecha coordinación.
EL abordaje del autismo incluye:
Estimulación y atención temprana: Se aplica en los Centros de Atención Temprana. El objetivo es adquirir habilidades comunicativas, lingüísticas y/o motrices. Suele consistir en Logopedia, Psicomotricidad, Terapia Ocupacional y fisioterapia. La atención temprana es imprescindible y mejora el pronóstico cuando el autismo se detecta a edades muy tempranas de la vida.
Abordaje conductual: Puede aplicarse en Centros de Atención Temprana o centros terapéuticos, por profesionales formados y con experiencia. La terapia conductual pretende lograr modificaciones en determinados comportamientos que pueden afectar la adaptación de la persona. La terapia ABA (análisis de conducta aplicado) a través de recompensas y el modelo DENVER, aplicado a través del juego en entorno natural, cuentan con evidencia científica y abordajes en esta línea pueden resultar útiles en determinadas personas.
Abordaje psicopedagógico: Se aplican dentro del aula, el enfoque TEACH (tratamiento y enseñanza a niños con autismo y dificultades de comunicación) consiste en utilizar ayudas visuales para apoyar el aprendizaje verbal.
Tratamiento psicológico: Psicoterapia encaminada a ampliar o estimular los intereses intensos, favorecer o hacer eficaz la interacción social, aprendizaje de habilidades sociales y comprensión de situaciones sociales. También puede ser necesaria terapia cognitivo conductual o terapia de apoyo cuando se presenten comorbilidades como ansiedad. La psicoeducación sobre el trastorno es una parte fundamental de la terapia y puede incluir a la familia.
Psicofármacos: Lo aplican psiquiatras y neurólogos especializados. Las personas autistas pueden tener dificultades o preferencias por algunas presentaciones de fármacos o un perfil de metabolismo de fármacos o sensibilidad a los efectos secundarios ligeramente diferente al resto de la población en algunos casos.
El abordaje psicofarmacológico de estos trastornos en personas autistas es similar al que se realiza en otras personas pero adaptándose a las particularidades individuales y acompañándoles a lo largo del desarrollo.
En cuanto a los tratamientos farmacológicos, no hay tratamientos con evidencia científica para mejorar la sintomatología nuclear en el autismo pero si es necesario en ocasiones tratar las comorbilidades que pueden acompañarle, como:
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- Trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad.
- Trastornos de conducta con agresividad.
- Trastorno por tics.
- Trastorno de ansiedad.
- Trastorno obsesivo compulsivo.
- Otros.
Atención a las necesidades médicas: Las personas autistas pueden tener asociados problemas de salud, como epilepsia, enfermedades genéticas, trastorno del desarrollo intelectual, selectividad alimentaria, problemas digestivos, dermatológicos, problemas de sueño… que pueden precisar atención y por las particularidades del autismo, es posible que tengan peor acceso a los servicios médicos, que no puedan expresar su malestar o que cuenten con peor salud que la población general.
Abordajes complementarios: Algunas personas o familias realizan terapias alternativas o complementarias, como la terapia de integración sensorial, terapia con animales, musicoterapia, atención plena, determinadas restricciones dietéticas o suplementos alimentarios. Es fundamental consultar con un profesional de salud especializado antes de iniciar terapias alternativas. Los profesionales actualizados sobre qué terapias complementarias cuentan con evidencia científica pueden acompañar a la persona o su familia en la toma de decisiones, valorando beneficio/riesgo de cada terapia emergente y evitando recomendar terapias invasivas y sin evidencia.
Intervención social: Es necesario asesoramiento sobre gestiones administrativas a realizar para poder beneficiarse de determinadas adaptaciones educativas, laborales o sociales que permitan que la persona tenga una adecuada calidad de vida y desarrolle su potencial. También es necesario acompañar a la persona en momentos de transición vital, como el paso a la vida adulta, acceso al empleo, la independencia económica y pueden necesitar recursos de apoyo.
En Consulta Velázquez podemos ayudarte
En Consulta Velazquez podemos orientarte sobre las terapias psicológicas que pueden serte útiles, acompañarte en las gestiones para elegir centro de atención temprana, abordar las comorbilidades de salud mental y informarte de los pasos que debes seguir para facilitar el acceso a los servicios médicos. También mantendremos comunicación fluida con el centro educativo y te acompañaremos a lo largo de la vida. Estamos al día de las ultimas investigaciones en el campo de los trastornos del neurodesarrollo y podemos facilitarte orientaciones sobre el autismo y sus distintas necesidades de apoyo.

Psiquiatra
Especialista en Psiquiatría y Atención Infanto-Juvenil
Idiomas | Español
Atención | Presencial y Online