¿Cómo afectan los Roles de Género a la salud mental?
El Síndrome de la Niña Buena
Inés Bárcenas Taland
Hoy veremos cómo afectan los estereotipos de género a las mujeres. Recordemos que, según la OMS, las mujeres son diagnosticadas el doble de depresión y ansiedad, y esto es debido a varios factores, pero fundamentalmente al peso que los roles de género tienen sobre ellas.
¿Cómo sabes si tienes el Síndrome de la Niña Buena?
Las mujeres que padecen este síndrome tienen un patrón de conducta que da más importancia a los deseos y necesidades de los demás que a los suyos propios y que suelen acabar en relaciones abusivas. Se caracterizan por:
- Sienten que tienen que ser siempre buenas e idealizan el cuidado los demás.
- Sienten que no pueden poner limites: les cuesta expresar sus necesidades y deseos, no saben decir no.
- Evitan el conflicto, no expresan desacuerdo ni enfado, les importa mucho la opinión ajena, buscan siempre no ofender a nadie.
- Son complacientes, serviciales y sumisas: anteponen las necesidades de los demás a las propias, dejan que los otros tomen decisiones por ellas.
- Sienten miedo al rechazo y al abandono, a decepcionar a los demás.
- Tienen mucha autoexigencia, el error no tiene cabida, son perfeccionistas.
- Sufren de baja autoestima: su valía personal depende de lo que opinen otras personas.
- Tienen sentimientos de culpa y remordimiento, duda patológica. Rumian una y otra vez los mismos errores, especialmente si consideran que han podido fallar a alguien.
- Muestran una sonrisa permanente: represión de la ira, el enfado, la rabia que puede derivar en trastornos psicosomáticos.
- En casos extremos sufren de alguna patología mental: ansiedad, depresión… sacrifican su propio bienestar y felicidad poniendo por delante la de su pareja, familia o amistades.
El por qué de este síndrome
Inés Bárcenas explica en el video el origen de este síndrome, tanto a nivel familiar donde se relaciona con ambientes muy exigentes y condiciones de valor, como en el ámbito social, explicando la versión virginal y bondadosa que parece necesaria para toda mujer.
¿Cómo deconstruir el rol de la niña buena?
- Atender a la necesidad de ser querida y aceptada: identificarla pero que no te controle.
- Aprender a poner límites, a decir no
- Aprender a tolerar el enfado de los demás o la desaprobación
- Aprender a tomar decisiones, a pedir lo que quiero y lo que necesito
- Bajar el nivel de exigencia
- Descubrir quien eres realmente y atender a las verdaderas necesidades
- SER UNA SEÑORA como modelo aspiracional, no una niña buena!

Psicóloga General
Especialista en Psicología
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¿Qué beneficios aporta el ejercicio físico para la salud mental?
Con el comienzo del nuevo año llegan los buenos propósitos, como el incorporar la actividad física a nuestra rutina diaria. La motivación puede ser tanto por salud física como por estética. Pero la realidad es que sus beneficios van mucho más allá y es una herramienta fundamental y accesible para mejorar nuestra salud mental.
Muchos estudios han demostrado que la práctica de ejercicio mejora los síntomas depresivos y ansiosos1. Pero no sólo parece tiene un impacto beneficioso en el momento que se realiza, sino que su práctica regular disminuye la frecuencia de las recaídas de los cuadros depresivos, a corto y a largo plazo2,3. Además de estos efectos positivos, también reduce el dolor corporal, mejora el nivel de vitalidad y el funcionamiento social. También se han observado mejoras en diferentes capacidades cognitivas como la memoria que se correlacionan con cambios cerebrales como el aumento del volumen del hipocampo4.
¿Cuánto ejercicio tengo que practicar a la semana para notar estos beneficios?
Los estudios indican que con 30 a 45 minutos de práctica ejercicio de intensidad leve o moderada unos pocos días a la semana es suficiente para mejorar el estado de ánimo5.
Los mejores resultados en la prevención de recaídas se consiguen con una práctica de ejercicio aeróbico (como nadar, caminar o bici estática) o de fuerza, de 180 minutos a la semana5 (por ejemplo: 45 minutos, cuatro días a la semana).
¿Qué estrategias me pueden ayudar a incorporar la actividad física a mi rutina semanal?
Muchos de los efectos positivos del ejercicio físico son conocidos por todos, pero ¿cómo consigo encontrar la motivación para dar el paso y ser constante?
- Lo primero es encontrar un actividad que te guste y que te resulte fácil de practicar.
- Encuentra tu motivación. A veces el realizarlo acompañado de otra persona puede ayudarte a encontrar esa motivación extra y mantener el compromiso. Un ejemplo de una actividad sencilla y accesible, sería dar un paseo de 30 minutos con un amigo o tu pareja.
- Empieza con objetivos pequeños, a corto plazo (por ejemplo, semanales) y fácilmente realizables. Poco a poco podrás ir aumentando los retos.
- Agradécete y prémiate por los hitos que vayas consiguiendo. Si alguna semana no lo consigues, no te castigues, seguro que lo has hecho lo mejor posible. Recuerda que mañana te brinda otra oportunidad para seguir avanzando.
- Apóyate en otras personas. Puede ayudarte compartir los logros conseguidos e incluso hacer un plan de retos conjuntos a conseguir con un amigo o tu pareja. E incluso el apoyo de un profesional.
- Recuerda los beneficios tanto para la salud física como mental.
Lo importante es empezar, por pequeño que parezca el paso. Aprovechemos por tanto, el impulso que nos brinda este momento del año para dar un paso más en cuidar la salud mental con la práctica de ejercicio físico.
Referencias
- Chan J, Liu G, Liang D, et al. Special issue—Therapeutic benefits of physical activity for mood: A systematic review on the effects of exercise intensity, duration, and modality. J Psychol. 2019;153(1):102-125.
- Harvey S, Overland S, Hatch S, et al. Exercise and the prevention of depression: Results of the HUNT cohort study. Am J Psychiatry. 2018;175(1):28-36.
- Dunn A, Trivedi M, Kampert J, et al. Exercise treatment for depression: Efficacy and dose response. Am J Prev Med. 2005;28(1):1-8.
- Chaddock L, Erickson K, Prakash R, et al. A neuroimaging investigation of the association between aerobic fitness, hippocampal volume, and memory performance in pre-adolescent children. Brain Res. 2010;1358:172-183.
- Hoffman B, Babak M, Craighead W, et al. Exercise and pharmacotherapy in patients with major depression: One-year follow-up of the SMILE study. Psychosom Med. 2011;73(2):127-133.
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¿Cómo se realiza la detección de TEA?
Detección de los Trastornos del Espectro del Autismo (TEA) en adultos- ¿Cómo se realiza?
La detección del TEA en adultos puede ser tan importante como el diagnóstico en niños y adolescentes. Hasta hace pocos años no existían instrumentos diagnósticos de gran fiabilidad, más allá de una historia clínica exhaustiva y detallada. Tampoco existía tanta información acerca de este trastorno como la que tenemos hoy en día, lo que contribuía a dificultad su identificación. Es por eso que muchos adultos con TEA han sido erróneamente diagnosticados en el pasado, lo que habría contribuido a recibir numerosos diagnósticos que no lograsen explicar su sintomatología (en muchos casos acompañada de mucho sufrimiento tanto para la persona como para sus familiares).
¿Cuáles son los instrumentos con mayor fiabilidad y más indicados para el diagnóstico del TEA?
A pesar de que cada vez la investigación en este campo es más extensa y existe mayor capacidad de detectar con precocidad el diagnóstico, es de suma importancia utilizar los instrumentos adecuados para realizar las evaluaciones diagnósticas. A día de hoy no disponemos de técnicas de laboratorio o de neuroimagen que permitan confirmar un diagnóstico de TEA, por lo que dependemos de una evaluación clínica exhaustiva.
Los instrumentos que hoy en día cuentan con una mayor eficacia y son indispensables para un correcto diagnósticos son, además de la historia clínica:
- ADOS 2: se trata de una escala observacional que mide la sintomatología actual del paciente a través de tareas de imaginación, preguntas y juegos. Arroja información sobre las distintas áreas sintomáticas (comunicación, interacción social recíproca e intereses restringidos) y además puede acotar el grado de severidad del trastorno. Cuenta con un baremo propio que distingue entre un diagnóstico de autismo y un diagnóstico que se encuentre dentro del espectro pero que no alcanza la condición de autismo.
Se trata de una prueba de unos 60 minutos de duración que puede aplicarse desde los 12 meses hasta la edad adulta (sin límite) y que además puede adaptarse al nivel verbal de las personas evaluadas.
La administración de dicha prueba debe de realizarla siempre un profesional que haya sido formado y entrenado previa y específicamente para ello. Todas estas características convierten al ADOS 2 en la actualidad en el instrumento con mayor fiabilidad para el diagnóstico del TEA.
- ADI-R: se trata de una entrevista diagnóstica realizada a los progenitores o cuidadores de la persona con sospecha de TEA que indaga sobre los hitos evolutivos del desarrollo. Esta herramienta profundiza en las áreas sintomáticas mencionadas anteriormente (comunicación, interacción social recíproca e intereses restringidos). Se trata de una prueba sencilla y de corta duración, que se suele llevar a cabo en la misma consulta.
La información recogida en esta entrevista más la información recogida con la herramienta ADOS 2 permiten obtener un perfil muy completo y transversal del paciente permitiendo obtener un juicio diagnóstico mucho más preciso.
El resultado de ambos instrumentos junto con el resto de pruebas aportadas y historia clínica del paciente serán de suma importancia para establecer un diagnóstico certero y riguroso.
En Consulta Velázquez contamos con todos los recursos más avanzados para establecer el diagnóstico del TEA de forma rigurosa y exhaustiva tanto en niños como en adultos, así como con un equipo de profesionales con amplia formación y experiencia clínica.
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¿Cómo dejar de Procrastinar?
¿Cómo dejar de Procrastinar?
Inés Bárcenas Taland
La procrastinación es fundamentalmente un problema de regulación emocional, tal y como nos explica Inés Bárcenas en Yu, No te pierdas nada, junto a algunas estrategias para dejar de hacerlo.
¿Qué es la procrastinación?
Procrastinar significa sencillamente dejar para mañana, lo que deberías hacer hoy. Esta palabra se ha hecho muy frecuente en nuestro vocabulario en los últimos años. Tanto, que hasta tiene su propio día, el 25 de marzo, oficialmente el Día Mundial de la Procrastinación.
Hay tantas maneras de procrastinar como personas: colocar los libros de nuestra estantería en orden alfabético, ordenar las especias, los botes de champú por tamaño, la ropa por colores, perder horas y horas viendo contenido en redes que ni siquiera te interesa, o ponerte a reflexionar sobre el sentido de tú existencia a un día del examen.
¿Por qué procrastinamos?
Cuando procrastinamos, buscamos el bienestar inmediato en lugar de la recompensa a largo plazo.
No se trata de ser vago, ni un flojo, la procrastinación es fundamentalmente un problema de regulación emocional. No se posponen las actividades porque no se tenga capacidad para realizarlas, sino que es una dificultad para enfrentar las emociones negativas o ansiedad que nos genera la tarea en sí.
Lo que suele estar detrás de la procrastinación son sentimientos de inseguridad, perfeccionismo y autoexigencia que nos llevan a pensar que la actividad que debemos realizar no va a salir bien o no vamos a estar a la altura de lo que se espera de nosotros: “no soy lo suficientemente inteligente para escribir esto”, “no le va a gustar al profesor”, “qué pasa si suspendo”.
Si no procrastinas, vivirás más años...
El estudio «Caminos de la personalidad hacia la mortalidad», realizado por un equipo de investigadores alemanes, irlandeses y americanos llegaron a la conclusión de que viven más años aquellos individuos con personalidades propensas al orden y a la organización.
Con el paso del tiempo, la procrastinación crónica tiene efectos destructivos medibles en nuestra salud mental y física: estrés crónico, depresión y ansiedad, hábitos deficientes de salud, problemas de sueño, enfermedades crónicas e incluso hipertensión y enfermedades cardiovasculares.
¿Cómo dejar de procrastinar?
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- PLANIFICA DE FORMA REALISTA: menos es más, decide hacer cada tarea a su tiempo.
- DIÁLOGO INTERNO: no dejes que la procrastinación se adhiera a tu personalidad. “Voy a sacar esto adelante, puedo hacerlo, esto no es tan difícil”, cuida la manera en la que te hablas.
- ESTRATEGIA DE LA FRONTERA: transforma esa actividad en algo urgente y márcate un límite de tiempo mucho antes de la fecha final de entrega.
- ESTRATEGIA DEL ORIGAMI: divide en pequeñas fases esa actividad que se te hace tan inabarcable.
- ESTRATEGIA DEL TOPPING: transforma esa actividad tan desagradable en algo más llevadero añadiéndole un “topping” de algo agradable al final. Por ejemplo, estudio pero luego quedo con amigos.
- ESTRATEGIA DEL PIXEL: céntrate en adquirir una perspectiva más amplia, no en lo desagradable que es la tarea que estás desarrollando, sino en el horizonte que se abre al superar esa tarea.
- ESTRATEGIA DEL SPRAY ANTI-PERFECCIÓN: no busques hacer las cosas perfectas, pon foco en terminarlas lo antes posible.
- ESTRATEGIA DE LA RANA: ¡salta directo a la tarea! Empieza el día terminando la tarea que menos te motiva para así olvidarte de ella y seguir el día con otras cosas que más disfrutas.

Psicóloga General
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Feliz Navidad. O no…
Como cada año, la llegada de la Navidad se convierte en tema recurrente en consulta. Más que la Navidad en sí, el temor a su llegada. El hastío y la anticipación de contactos indeseados y de conflictos infinitos. La ansiada llegada del 7 de enero y el fin de un periodo de felicidad forzada y amores impostados.
Traemos de entrada la expectativa impuesta de que en Navidad tenemos que estar todos juntos en familia. Felices. En paz y armonía. Y tenemos que querernos mucho.
O no.
El caso es que a veces no queremos estar con la familia. A veces sencillamente no les queremos (al menos no queremos a algunos de ellos). En nuestra vida cotidiana no les cuido, no me cuidan, no nos vemos, no nos llamamos, casi hasta nos evitamos… ¿Por qué tenemos que pasar juntos la Navidad? Pues porque nos lo impone una norma social que no sabe nada de nuestras circunstancias personales. Si me apuras, es la misma norma social que dice que a las madres hay que quererlas por definición (aparentemente se trata de un deber y por lo tanto de una elección libre). Pero el caso es que yo no elijo a quien quiero. Puede que yo haya tenido una madre tóxica, culpabilizadora y agobiantemente sobreprotectora que no ha sido capaz de generar en mi un sentimiento de amor porque me ha hecho (quizá inconscientemente) muchísimo daño a lo largo de mi vida. Igual me gustaría quererla, pero no me sale. Y como hay una norma social que dice que a las madres hay que quererlas, me siento fatal, una persona terrible, porque resulta que yo no quiero a la mía. Pero tengo que estar con ella en Navidad. Y además feliz. Yo, sin embargo, creo que puede ser legítimo no querer a una madre (cuidado, que yo a la mía sí la quiero).
El amor implica necesariamente el cuidado. Si no cuido de alguien durante el año, igual implica que no le quiero demasiado. Y si no le quiero demasiado, ¿por qué me veo obligado a pasar con esa persona la Navidad, como si fuésemos muy importantes el uno para el otro? ¿Por qué resultaría una afrenta no quedar con ellos en Navidad? Luego está la cuestión de los regalos, con los que fácilmente podríamos querer compensar la falta de afecto e interés mostrada durante el año.
El consumo se dispara en Navidad
Resulta esclarecedor el hecho de que el consumo de benzodiacepinas (y de alcohol) se dispara en Navidad. Analgesia emocional, para intentar no sufrir en exceso. Es de hecho un periodo de alto riesgo en salud mental. Y no es de extrañar, pues con frecuencia nos vemos en la obligación de pasar el tiempo con gente que en realidad no nos importa demasiado (o que incluso nos desagrada). Como todo lo que se convierte en obligación, tiende a convertirse en algo no deseado (es decir, un coñazo). Si esas personas realmente me importasen, ya me encargaría de demostrárselo a lo largo del año y entonces nos importaría un pepino no vernos en Navidad. Por si esto no fuese poco, surge la melancolía por los que ya no están. O se hace más patente mi soledad porque estoy lejos de los míos y no tengo con quién pasar las fiestas.
Si nos queremos, querámonos. Pero todo el año. Todo el tiempo (que le jodan también a San Valentín). No vamos a querernos porque nos lo marque una norma impersonal que no sabe nada acerca de nosotros (una norma impersonal que, por cierto, hunde raíces también en un desenfrenado consumismo, síntoma del vacío existencial propio de nuestra época). Y si no nos queremos, no lo forcemos, que no pasa nada (me encantó escuchar a una señora hace unos días en la radio diciendo que no pensaba salir de la residencia para cenar con sus hijos en Navidad porque no le habían hecho ni puto caso en todo el año).
La Navidad puede ser una época maravillosa si realmente hay amor, paz y armonía. Sin embargo, es legítimo estar jodido en Navidad. También puede serlo mandar a la familia a paseo y no cenar con ellos en Nochebuena. Puede que asumiendo esto la Navidad deje de ser un periodo de alto riesgo en salud mental y que así el consumo de benzodiacepinas se equipare al del resto del año (que tampoco es precisamente bajo).
En fin, Feliz Navidad. O no…
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Cómo identificar a un narcisista
¿Cómo identificar a un narcisista?
Inés Bárcenas Taland
Los narcisistas se sienten grandiosos, únicos, admirables, especiales… ¿sabes reconocerlos? Inés Bárcenas en Yu, No te pierdas nada nos ayuda a saber identificar este trastorno de la personalidad.
¿Qué es el narcisismo?
El narcisismo es un trastorno de la personalidad, basado en la separación entre el yo y el ego. El yo, sería la parte más real de nosotros, nuestros sentimientos, nuestras emociones mientras que el ego, se considera la imagen que nos creamos de nosotros mismos. El narcisista se hace y se basa más en su ego que en su propio yo. Así, nos encontramos frente a personas que se sienten merecedoras de un trato especial y quieren estar siempre en el centro de mira, destacar. Suelen ser seductoras, manipuladoras, básicamente egocéntricas y aunque una pequeña dosis de narcisismo pueda ser positiva y sana, el narcisismo extremo lleva consigo conductas agresivas o anti-sociales nada amables.
¿Cómo reconocer a una persona narcisista?
Una persona que padece este trastorno de la personalidad, puede crear conflictos en una relación de pareja. Es importante que sepamos reconocerla:
- Son personas muy preocupados de mostrar su mejor versión
- Suelen hablar fatal de las personas que los han rechazado
- Sienten que los demás los envidian
- Hablan siempre de sí mismos
- Cambian de tema cuando hablamos de emociones
- Nos valoran por nuestros logros o apariencias
- Son prepotentes, siempre quieren llevar la razón
- Por último, al preguntarles si son narcisistas, suelen responder abiertamente que lo son ya que no ven que este rasgo de su personalidad sea negativo.
Cierta epidemia de narcisismo...
Además Inés Bárcenas comenta en el video cómo esta grandiosidad y falta de empatía está muy presente hoy en día en las redes sociales. En el fondo el narcisista, con su falta de yo, tiene que buscar la aceptación, quedar por encima, hacer que su escaparate sea el que brille más.
No te pierdas el YouTube con alguna sorpresa musical y referencias a varias películas o series donde claramente encontramos el perfil del narcisista.

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Diagnóstico de Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) en adultos
El TEA es un trastorno del desarrollo de origen neurobiológico cuya afectación incide en distintas áreas: comunicación, interacción social o intereses restringidos. Aún se desconoce la causa del TEA, pero sí se sabe que puede diagnosticarse a cualquier edad.
¿Por qué es importante el diagnóstico de TEA en adultos?
A pesar de que en gran parte de los casos el diagnóstico se realiza en la primera infancia, existen casos que por diferentes motivos (una alta inteligencia, un buen soporte familiar, etc.) pueden pasar desapercibidos o “volar por debajo del radar” y llegar a la etapa adulta sin un diagnóstico claro. Suele tratarse de casos que han pasado por una gran cantidad de diagnósticos clínicos que sin embargo no han podido explicar completamente las dificultades que la persona ha experimentado a lo largo de su vida, con el sufrimiento que todo ese proceso puede conllevar. Asimismo, un diagnóstico erróneo puede llevar a la implementación de medidas terapéuticas inefectivas o incluso contraproducentes.
Es por eso que desde Consulta Velázquez ofrecemos la posibilidad de realizar una evaluación orientada a facilitar el diagnóstico del TEA en la etapa adulta, empleando para ello los instrumentos más completos y las herramientas gold standard establecidas a nivel internacional para la realización de una evaluación que permita establecer el diagnóstico de TEA con los criterios clínicos adecuados.
Así, un correcto diagnóstico del TEA resulta fundamental para poder ofrecer quien lo padece las herramientas terapéuticas más apropiadas para mejorar su calidad de vida y funcionalidad.
¿Cómo se diagnostica el TEA?
El protocolo diagnóstico que ofrecemos en Consulta Velázquez consta de:
– Cuestionarios de cribado autoaplicados y cuestionarios para familiares cercanos.
– Escala de Observación para el Diagnóstico del Autismo (ADOS-2): se trata de una evaluación estandarizada y semiestructurada de la sintomatología actual de la persona.
– Entrevista para el Diagnóstico de Autismo (ADI- R): se trata de una entrevista dirigida a los padres que evalúa la sintomatología pasada, es decir, cómo ha sido el desarrollo evolutivo del paciente durante sus primeros años de vida.
Mediante la combinación de las escalas ADOS 2 y ADI-R conseguimos obtener información pormenorizada que ayuda a establecer un diagnóstico más preciso, así como un diagnóstico diferencial con otros trastornos cuya sintomatología puede solaparse con la del TEA, como son el TDAH, las altas capacidades, o el TOC entre otros.
Además de la evaluación realizada por psicólogos habilitados para la aplicación e interpretación. de estas pruebas, nuestro equipo también cuenta con un equipo de psiquiatras especialistas en el tratamiento del TEA.
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¿Qué es el Síndrome del Impostor?
¿Qué es el Síndrome del Impostor?
Inés Bárcenas Taland
Inés Bárcenas en Yu, No te pierdas nada nos explica en qué consiste el Síndrome del Impostor, más frecuente en mujeres, y cómo podemos ayudar a aquellos y aquellas que lo padecen.
El Síndrome del Impostor ¿Quién lo padece?
Las personas que padecen este síndrome sienten un profundo malestar psicológico que se asocia a no sentirse merecedoras de sus logros, ya bien a nivel académico, laboral o social. Son personas que viven constantemente preocupadas y obsesionadas porque se consideran un fraude, consideran que sus logros o éxitos son fruto de la casualidad o de la ayuda recibida por parte de otros y por tanto piensan que se les va «a pillar», que se va a descubrir la farsa.
Se trata de un síndrome que afecta más a las mujeres que han crecido en una sociedad donde es mucho más fácil reconocer el éxito de un hombre que de una mujer. De hecho, como explica Inés Bárcenas, los hombres tienden a internalizar sus éxitos mientras que las mujeres tienden a tener comportamientos incluso masculinos para que sus éxitos no se cuestionen, no se condenen y buscan en la ayuda externa la causa de sus logros.
¿Cuáles son los síntomas de aquell@s con Síndrome de Impostor?
El Síndrome del Impostor conceptualizado en 1978 por dos psicólogas clínicas que realizaron sus estudios con mujeres de éxito, considera que se pueden padecer:
- Problemas de autoestima
- Ansiedad
- Auto exigencia
- Perfeccionismo
- Y una insatisfacción constante ya que no consiguen gestionar la validación interna.
¿Cómo podemos ayudar a las personas que padecen este síndrome?
Aunque es difícil cambiar los patrones adquiridos en la infacia, debemos:
- Identificar el juez interno que te auto explota y no dejar que tome las riendas.
- Aprender a poner límites y decir que no. Debemos ser nosotros lo más importante y aprender a ser asertivos.
- Hacernos valer por quienes somos y no por lo que hacemos.
- Cultivar la gratitud.
- Permitirnos fallar y entender que en la vida estamos en un proceso contínuo.
- No tomarnos todo tan en serio… no perder la picaresca!

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Trastornos Psicóticos
Los trastornos psicóticos constituyen un grupo de trastornos mentales graves que se caracterizan por la alteración de la experiencia y del pensamiento y que pueden incluir ideas delirantes, alucinaciones y alteraciones del comportamiento. Estos diagnósticos suelen asustar mucho a los pacientes y a sus familiares. Sin embargo, en la mayoría de casos el pronóstico puede ser muy bueno si se ponen en marcha los mecanismos terapéuticos necesarios.
Podemos diferenciar formas agudas que cursan como episodios, aislados o repetidos en el tiempo, y otras que tienden a la cronicidad de los síntomas.
En un episodio psicótico agudo aparecen típicamente ideas de perjuicio (ser víctima de un complot, de persecución, de envenenamiento), con frecuencia acompañadas de alucinaciones (las más frecuentes auditivas: escucha de voces, ruidos), comportamientos extraños, suspicacia hacia los demás, sensación de ser observado o que se habla de uno, angustia e insomnio. En algunos casos el paciente percibe que controlan sus pensamientos o que estos pueden ser conocidos por los demás. Es posible encontrar también un lenguaje incoherente y peculiar.
Entre los trastornos psicóticos destaca en importancia la esquizofrenia por su gravedad y cronicidad. Aquí la experiencia del mundo, de los otros y de sí mismo está más profundamente alterada. Se estima que la esquizofrenia afecta a un 1% de la población, sin diferencias significativas entre sexos. Suele comenzar en la adolescencia o juventud (habitualmente entre los 15-25 años en varones, entre los 25-35 años en mujeres), debutando en algunos casos en forma de un episodio psicótico más o menos agudo y florido; en otros, las alteraciones del comportamiento y del pensamiento se desarrollan más lentamente sin que resulten tan llamativas en un primer momento (con frecuencia aislamiento progresivo, descenso del rendimiento académico, cambios en los intereses, actitudes inusuales). La evolución es muy variable, condicionada en buena parte por la precocidad de la detección y del tratamiento, pero también por factores como la edad de inicio, el sexo (peor pronóstico en varones), las propias características del cuadro, la conciencia de enfermedad, la adherencia terapéutica y el soporte socio-familiar. Puede cursar con un número de descompensaciones a lo largo de la vida en las que se reactivan o intensifican las ideas delirantes y las alucinaciones, a veces llegando a requerir ingreso hospitalario en caso de alteraciones de conducta. Cuando la esquizofrenia evoluciona desfavorablemente, aboca a cambios en la personalidad y a un deterioro del funcionamiento general, la autonomía y el ajuste social.
En el trastorno delirante crónico (también denominado trastorno de ideas delirantes persistentes o paranoia) lo que destaca es un delirio cronificado, sistematizado e invariable en su tema (habitualmente, ser objeto de algún tipo de perjuicio o persecución), sin observarse alteraciones tan marcadas de la personalidad o del funcionamiento. Su edad de comienzo es más tardía, normalmente después de los 40 años, y su prevalencia en la población es baja.
Se habla de trastorno esquizoafectivo cuando el cuadro clínico combina síntomas típicos de la esquizofrenia con aquellos de la depresión o del trastorno bipolar.
¿Cuáles son las causas de los trastornos psicóticos?
No hay una causa específica conocida de los trastornos psicóticos, aunque sí podemos identificar algunos factores predisponentes y desencadenantes:
- Genéticos: puede existir una vulnerabilidad hereditaria, especialmente en el caso de la esquizofrenia. El riesgo de sufrir esquizofrenia es de aproximadamente el 10% cuando existe un familiar de primer grado afectado.
- Consumo de drogas: sustancias como el cannabis, la cocaína, las drogas de diseño o los alucinógenos pueden provocar la aparición de síntomas psicóticos durante la intoxicación, pero también pueden dar lugar a cuadros más prolongados en el tiempo y que se denominan psicosis tóxicas. El consumo intensivo de cannabis en la adolescencia/juventud es un factor de riesgo conocido para el desarrollo de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos.
- Otras enfermedades: los síntomas psicóticos pueden aparecer en patologías neurológicas como las demencias, la enfermedad de Parkinson y la epilepsia, en trastornos endocrinológicos (por ejemplo el hipertiroidismo), en enfermedades autoinmunes (como el Lupus Eritematoso Sistémico), así como por el empleo determinados fármacos (principalmente fármacos de acción dopaminérgica).
¿Cómo se diagnostica una psicosis?
El diagnóstico de los trastornos psicóticos es clínico, es decir, se realiza mediante la entrevista, la exploración psicopatológica y una atenta reconstrucción de la historia y las vivencias del paciente. No disponemos a día de hoy de ninguna prueba que pueda confirmar el diagnóstico de esquizofrenia o de cualquier otra psicosis.
Sin embargo, ante un primer episodio de síntomas psicóticos es necesario descartar en primer lugar la existencia de otra patología orgánica que pueda explicarlos. En algunos casos puede estar indicada la realización de estudios analíticos y de pruebas de imagen cerebral, así como un electroencefalograma.
El diagnóstico de la esquizofrenia es complejo y debe establecerse siempre con cautela, especialmente si se trata de un primer episodio psicótico.
¿Cuál es el tratamiento de una psicosis?
Los fármacos antipsicóticos constituyen el abordaje principal en el tratamiento de los síntomas psicóticos. Tras un episodio psicótico agudo, el tratamiento debe prolongarse durante un periodo de tiempo para prevenir posibles recaídas (generalmente se recomienda un año de tratamiento después de un primer episodio psicótico). En el caso de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos crónicos, puede ser preciso incluso un tratamiento de mantenimiento a largo plazo. El desarrollo de nuevos fármacos ha permitido minimizar considerablemente los efectos secundarios y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Sin embargo, la medicación no supone el único abordaje terapéutico. La terapia psicológica, la terapia familiar, la terapia ocupacional y la rehabilitación cognitiva han demostrado mejorar la evolución y el pronóstico de los trastornos psicóticos.
Iniciar el tratamiento precozmente es fundamental para la evolución posterior, así como un seguimiento clínico estrecho. Tras un primer episodio psicótico se centran los esfuerzos en tratar de prevenir nuevos episodios, ya que esto ha demostrado mejorar el pronóstico a largo plazo. A este respecto se considera fundamental optimizar el tratamiento farmacológico para prevenir la aparición de efectos secundarios (como aumento de peso, sedación y disfunción sexual), pues la aparición de efectos secundarios supone la principal causa de abandono de tratamiento, lo que aumenta significativamente el riesgo de una nueva descompensación.
En pacientes con esquizofrenia pueden ser necesarios apoyos adicionales y recursos rehabilitadores (rehabilitación psicosocial, rehabilitación laboral, etc.).
Pueden ayudarte
Álvaro Ramos Paniagua
Psiquiatra
Julián Gómez Peñalver
Psiquiatra
María Martín Larregola
Psiquiatra
Herminio Martínez Cano
Psiquiatra
Jaime Adán Manes
Psiquiatra
¿Quieres saber si tienes TOC?
¿Quieres saber si tienes TOC?
Inés Bárcenas Taland
Inés Bárcenas en Yu, No te pierdas nada comparte una serie de preguntas que te ayudarán a entender qué es el TOC y si tienes alguno de sus síntomas.
¿Estás list@ para comenzar?
¿Qué es el TOC o Trastorno Obsesivo Compulsivo?
El TOC se define como un trastorno de ansiedad y se manifiesta con pensamientos obsesivos, intrusivos – que aparecen de repente y que no te dejan en paz. Cuando llevamos a cabo distintas conductas para mitigar esta ansiedad, este malestar, es cuando aparecen las compulsiones o «rituales». Desafortunadamente y al no haber llegado a la raíz del problema que nos causaba la obsesión y la ansiedad, todo ello se repite en un círculo, en un bucle.
Tal y como indica la OMS, el TOC es uno de los trastornos más incapacitantes, afectando negativamente a nuestro día a día. Por ejemplo, podemos tener la manía de tener nuestro armario ordenado por colores pero cuando ya no podemos irnos a la cama a no ser que este armario esté perfectamente ordenado, la manía se ha convertido en un TOC que puede llegar a resultar paralizante.
¿Tengo un TOC?
Inés Bárcenas comparte algunas de las preguntas que se utilizan en terapia para confirmar la existencia de un TOC:
- ¿Puedes utilizar lavabos públicos sin dudar un momento?
- ¿Prestas una atención excesiva a los detalles?
- ¿Inviertes mucho tiempo, uno y otro día, en comprobar ciertas cosas una y otra vez?
- ¿Te vienen casi todos los días ideas desagradables a la mente que no te puedes quitar de la cabeza?
- Las cosas sencillas que tienes que hacer todos los días, ¿te plantean serias dudas?
- ¿Crees que algunos números traen mala suerte?
- ¿Notas sucias las manos después de tocar dinero?
La ayuda de un terapeuta es fundamental si has identificado algunas compulsiones que están haciendo difícil tu día a día.
¿Qué tipos de TOC hay y cómo podemos ayudar a los que los padecen?
Algunos de los TOCs más habituales incluyen:
- El TOC de contaminación, el clásico que hace al que lo padece ser obsesivo en cuanto a la limpieza.
- El TOC de orden, queriendo tener todo bajo control, organizado, clasificado.
- El TOC de pensamiento mágico, cuando se piensa que si no se hace algo, algo malo puede suceder.
- El TOC de responsabilidad patológica, siempre con la duda de haber cerrado bien, etc.
- El TOC somático, que hace obsesionarte con tu propia salud, con las enfermedades.
- El TOC de daño, con una obsesión por pensar en hacer daño a alguien o a sí mismo.
- El TOC sexual, trae pensamientos inapropiados o dudas sobre la orientación sexual.
- El TOC religioso, con pensamientos por ejemplo sobre el demonio que requieren de forma obsesiva una confesión o santiguarse.
Inés Bárcenas nos aconseja dejar que la persona se exprese, que explique sus obsesiones y compulsiones y jamás ridicularizarlas. No debemos evitar que las realice, sino ayudar a que identifique la ayuda necesaria. Que gestione a través del deporte, prácticas creativas u otras actividades al aire libre su ansiedad y que acuda a terapia psicológica si así lo considera necesario. También nos recomienda esTOCma, un app que reta al usuario a aprender jugando acerca del TOC o trastorno obsesivo compulsivo.

Psicóloga General
Especialista en Psicología
Idiomas | Español e Inglés
Atención | Presencial y Online