Tanto si acudes a un psicólogo como a un psiquiatra en Madrid —o en cualquier otra ciudad española—, hay un factor previo y común que debes contemplar. En ambos casos, estos profesionales deben estar respaldados por una titulación universitaria superior:

• Psiquiatra. Licenciado o graduado en medicina, con especialidad en psiquiatría.
• Psicólogo. Licenciado o graduado en psicología, con especialidad de psicología clínica. Además un psicólogo ha pasado el examen PIR – como el MIR de los médicos – y ha hecho una especialización de 4 años con pacientes diagnosticados de patología psíquica. Ellos son los únicos psicólogos que pueden trabajar en el sistema público. Los psicólogos generales sanitarios han estudiado psicología, han hecho un máster en psicología general sanitaria y han realizado unas prácticas supervisadas (450 horas). Los psicólogos generales sanitarios solamente pueden ejercer en el circuito privado y se encargan de aspectos generales relacionados con la salud mental. El Consejo General de la Psicología de España tiene más información sobre este tema.

¿Entramos en materia? La cuestión clave, una vez que has detectado una alteración o posible trastorno en tu salud mental, es cómo saber si debes ir a una clínica de psiquiatría o a una consulta de psicología.

La sabiduría general ha establecido una idea básica como diferencia principal: los psiquiatras mandan medicación; los psicólogos hacen psicoterapia. Es una información cierta, pero incompleta si no la contextualizamos. A ello vamos.

Toma nota de los factores característicos de cualquier psiquiatra en Madrid, ya sean psiquiatras del barrio de Salamanca o de Ventas. En todos los casos es así:

• La primera aproximación al problema de un psiquiatra suele ser la más exhaustiva. Su evaluación incluye los factores médicos y biológicos. Así, permite descartar posibles causas orgánicas que expliquen el cuadro sufrido. La anemia, los problemas de tiroides y otras enfermedades médicas pueden provocar trastornos psíquicos.
• Es cierto: solo los psiquiatras pueden recetar tratamiento médico para tratar los problemas de salud mental. Entre los cuadros que lo requieren figuran la psicosis, la depresión grave, la esquizofrenia y el trastorno bipolar, entre otros.
• Los psiquiatras también conocen los beneficios de la psicoterapia. Sin embargo, para que esta funcione, antes el paciente debe estar estable. Con frecuencia, cuando los fármacos empiezan a hacer efecto se completan con terapias: un paciente gravemente deprimido suele tener dificultades para aprovechar el tratamiento psicológico. Combinar ambos recursos suele ser frecuente y altamente eficaz.
• Si piensa que el paciente precisa psicoterapia, el psiquiatra derivará su caso a un psicólogo. Antes de medicar o tomar cualquier otra decisión, siempre escuchará al paciente y valorará sus preferencias.

• Es importante no medicar el malestar cotidiano, derivado de la vida. Por ejemplo, el estrés, un duelo, los problemas laborales o familiares sobrevenidos, etc. En estos casos, la figura del psicólogo emerge como primer referente.
• El psicólogo suele trabajar más en el medio-largo plazo, reduciendo el impacto de la sintomatología y minimizando la vulnerabilidad de su paciente. Un psiquiatra en Madrid, por su parte, puede mejorar los síntomas más a corto plazo gracias a la medicación administrada.
• La psicología, además, ayuda a que el paciente se posicione de mejor modo ante su patología. Al cambiar su forma de asumirla y vivirla, el impacto del problema suele descender.
• Igualmente, cuando los psicólogos estiman que el paciente precisa medicación, lo derivan a un psiquiatra.

Una vez aclarada la diferencia entre psiquiatría y psicología, es importante considerar dos aspectos:

• La medicación, en muchos casos, se centra en el tratamiento sintomático en la fase aguda. También reduce el riesgo de recaída a medio y largo plazo una vez que el paciente está estable.
• La psicoterapia trabaja más el núcleo del asunto, su esencia y sus orígenes.

Como hemos explicado, son enfoques distintos para tratar, frecuentemente, un mismo problema. Su labor conjunta es importante en muchos casos; a menudo, la medicación es un paso previo imprescindible para poder aprovechar correctamente la psicoterapia posterior.

Por ello, la cuestión sobre acudir a uno u otro es importante, pero menos decisiva de lo que a priori puedes creer. Empieces por un camino u otro, será tu problema de salud mental el que determinará qué profesionales intervienen en cada momento.

En este sentido, por ello, siempre es un plus recurrir no a psicólogos o psiquiatras en el barrio Salamanca que trabajan de forma aislada, sino ir a un gabinete de salud mental integral. De este modo, cuando psiquiatras y psicólogos forman parte de un único equipo, la atención es mucho más completa, ágil y eficaz.

Queremos subsanar algunas ideas equivocadas que pueden confundirte al decidir. ¡Todas ellas son falsas!:

• El psiquiatra es para los casos más graves; el psicólogo, para los leves o moderados.
• La elección es excluyente: o vas por una vía o por la otra.
• Es mejor ir al psiquiatra: te dará unas pastillas y asunto controlado.
• Es mejor ir al psicólogo: hay que evitar medicarse.
• Hablar con un psicólogo no sirve de nada, es una pérdida de tiempo.

¿Cuál es la conclusión, una vez analizados todos los matices? Lo mejor es recurrir a un gabinete de salud mental integral que incluya clínica de psiquiatría y consulta de psicología. ¿Quieres contar con un equipo multidisciplinar de psicólogos y psiquiatras en Madrid? En Consulta Velázquez te ayudaremos a mejorar.