Vivir en el siglo XXI es formar parte de un mundo en el que la tecnología tiene un papel protagonista. Como herramienta nos permite alcanzar metas insospechadas hasta la fecha. Sin embargo, cada vez tenemos más datos que indican que es un arma de doble filo.

De forma paralela al desarrollo del mundo tecnológico en las sociedades más avanzadas está creciendo la incidencia de patología mental y a día de hoy contamos con evidencia de una estrecha relación entre ambos fenómenos. En este contexto surgen sujetos especialmente vulnerables que tienen que ser objeto de estudio y de riguroso análisis. Destaca a este respecto la población infanto-juvenil, que por impronta y características propias de su etapa evolutiva presentan una mayor predisposición a realizar un uso anómalo y abusivo de los medios tecnológicos.

Dos de los ejemplos más representativos de las nuevas tecnologías son los video-juegos y las redes sociales. Por muchos considerados como un arte y una necesidad propia de nuestra sociedad actual, por otros, un peligroso medio que secuestra al individuo entorno a hábitos poco saludables a la vez que fomenta expectativas y anhelos vitales poco realistas.

Dilucidar factores de riesgo (como la vulnerabilidad psicológica, el estrés, las familias disfuncionales y la presión social), señales de alarma (como la necesidad de acceder constantemente las redes sociales aunque ocasione un impacto negativo en el funcionamiento social, laboral o académico) y describir lo que debe considerarse como un uso adecuado de los medios tecnológicos es posible, necesario y tarea de todos.

Psiquiatra Infanto-Juvenil

Especialista en Psiquiatría y Atención Infanto-Juvenil

Idiomas | Español e Inglés
Atención | Presencial y Online

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