Se trata de una terapia no invasiva, lo que significa que no penetran en el organismo. Es un tratamiento que utiliza pulsos electromagnéticos para modular la actividad de las células nerviosas, lo que puede mejorar los síntomas de los trastornos neurológicos o mentales.  Aunque existen otras técnicas, ésta es una de las más conocidas y eficaces.

Se diferencia de las técnicas de neuromodulación invasiva en que estas últimas son más agresivas, ya que tienen que penetrar en el organismo, ya sea en el sistema nervioso central o periférico.

La EMT consiste en la aplicación de pulsos electromagnéticos en la corteza cerebral a través de una bobina electromagnética colocada en el cuero cabelludo.

Los pulsos electromagnéticos repetidos provocan cambios en los circuitos neuronales.  La terapia tiene el efecto de potenciar los circuitos neuronales que no funcionan al cien por cien o puede ralentizar la actividad de los circuitos que son demasiado activos.

La EMT es una técnica extraordinariamente segura. Los efectos secundarios son mínimos y bien tolerados y pueden incluir un leve dolores de cabeza o un sutil aturdimiento pasajero. La EMT no presenta los efectos secundarios habituales de la medicación antidepresiva, que típicamente incluyen las náuseas, disfunción sexual y aumento de peso.

Se considera que este tratamiento es más eficaz cuando se utiliza junto con una correcta medicación. En el campo de la psiquiatría, esta técnica ha demostrado ser eficaz en un alto porcentaje de casos de depresión que han mostrado resistencia al tratamiento farmacológico.

La EMT puede mejorar los síntomas del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). En Estados Unidos, la FDA aprobó la EMT para el TOC en 2018. Como en el caso de la depresión, la EMT se recomienda si una persona con TOC no ha respondido a la medicación ni a la psicoterapia.

Según un estudio, las personas con TOC suelen tener una mayor actividad entre el córtex prefrontal y el núcleo estriado. Esta hiperconectividad se asocia a los síntomas graves del TOC.  La EMT puede utilizarse para inhibir la actividad en esta parte del cerebro, reduciendo así los síntomas del TOC.

Como la EMT trata trastornos psicológicos como la depresión y el TOC, también puede aliviar la ansiedad. Esto se debe a que estos trastornos suelen provocar síntomas de ansiedad.

Como todos sabemos, los cigarrillos contienen nicotina.  Ésta envía señales al sistema de recompensa de tu cerebro, incluido el córtex prefrontal, lo que provoca antojos de nicotina y adicción.

Según un estudio de 2013, la EMT podría ayudar a reducir las ansias de nicotina al dirigirse a la corteza prefrontal.  Los investigadores creen que la EMT modula la actividad del sistema de recompensa, lo que reduce la necesidad de nicotina.Aunque todavía no se ha indicado oficialmente, en numerosos estudios la EMT ha demostrado ser eficaz en el tratamiento del Trastorno de Estrés Postraumático, los síntomas negativos de la Esquizofrenia, en algunos casos de Autismo y en el TDAH.

El tratamiento habitual para la Depresión consiste en 30 sesiones.  Normalmente establecemos las sesiones de lunes a viernes durante 6 semanas y cada sesión dura aproximadamente 15 minutos.

Los protocolos de tratamiento para otras afecciones distintas de la depresión varían:

• Para el tratamiento de la ansiedad se recomiendan 5 sesiones de 6 minutos a la semana durante 4 semanas
• Para el tratamiento del trastorno obsesivo-compulsivo se recomiendan 5 sesiones semanales de 18 minutos durante 6 semanas
• Para el tratamiento de las adicciones, el protocolo es ligeramente diferente.  En la primera semana se realizan 10 sesiones de 12 minutos dos veces al día y luego se aplican sesiones semanales en un solo día durante las 11 semanas siguientes

Recientemente, se han desarrollado nuevos protocolos acelerados (como la Estimulación Intermitente Theta Burst), que permiten acortar la duración de cada sesión a 3 minutos y administrar varias sesiones al día, lo que significa que se reduce la duración total del tratamiento.

Es muy importante no confundir la EMT con la terapia electroconvulsiva (TEC).  La TEC es una técnica invasiva que requiere anestesia, se utiliza desde hace más de 70 años y puede provocar confusión y pérdida de memoria.

En cambio, la EMT es una forma de tratamiento más reciente. Es un procedimiento mucho más específico y totalmente no invasivo. El paciente está despierto y alerta todo el tiempo que dura la sesión. Como hemos señalado, los efectos secundarios de la EMT son mínimos y el paciente no sufre ninguna pérdida de memoria.