¿Qué es la Psicoterapia Analítica Relacional?
La Psicoterapia Psicoanalítica Relacional se constituye y desarrolla en el cuerpo de conocimiento del psicoanálisis clásico junto con el aporte de otros campos de conocimiento, como la perspectiva socio-cultural, la teoría del apego, la neurociencia y la psicoterapia sistémica.
El término “relacional” es relativamente reciente, es también nombrado como “psicoterapia interpersonal”, es solo cuestión de la evolución temporal de este modelo de psicoterapia.
Sin embargo esta corriente se inicia con autores que estaban en el entorno de Freud, es decir, en el mismo nacimiento del psicoanálisis pero discutieron en cierta manera los planteamientos clásicos que Sigmund Freud y otros autores/as posteriormente mantenían.
Por ejemplo, Carl G. Jung aporta las bases nucleares del planteamiento interpersonal al rechazar la teoría de la libido freudiana y señalar la importancia de las relaciones en la construcción de la personalidad y los tipos de carácter.
Sin embargo su crecimiento y desarrollo tiene lugar en los últimos 20 años y principalmente en EEUU, expandiéndose mundialmente en la actualidad.
Ahora que hemos definido de dónde viene estamos en disposición de comprender su objetivo. La psicoterapia relacional pone el énfasis radical en las relaciones humanas. Entiende que nos constituimos con y por la presencia de personas que nos cuidan y atienden durante los primeros años de vida.
La familia es el primer espejo sobre el que mirarnos, nos recibe y nos muestra la realidad con interpretaciones, pensamientos y emociones particulares, aportándonos un primer patrón sobre cómo es el mundo, cómo relacionarnos en él y quienes somos nosotros/as.
Es lo que se ha denominado patrón de apego o vincular. Numerosos estudios científicos han dado cuenta de que el tipo de apego es estable a lo largo de la vida. Es decir, nos relacionamos de adultos/as tal y como hemos aprendido en la infancia.
Si nos paramos un momento a pensar, observamos que la mayor parte de nuestros problemas tienen que ver con las relaciones que establecemos con otras personas o bien con la manera de tratarnos a nosotros/as mismos/as, así como con el bloqueo de la experiencia emocional asociada a estas relaciones, de modo que quedamos así atrapados en una serie de afectos que tienden a repetirse indefinidamente.
Es decir, el conflicto o problema suele expresarse tanto en la esfera intrapersonal como interpersonal.
Para ello es necesario que el/la terapeuta esté dispuesto/a a comprender y explorar a la persona en su contexto más cercano pero también en el contexto social en el que vive y del que incorpora diferentes mandatos.
Se deja atrás la psicoterapeuta clásico como persona neutral que analiza para ser parte activa en la relación terapéutica.
Con la psicoterapia relacional podremos explorar e indagar en el conjunto de nuestras relaciones y en los afectos que se desencadenan, logrando así desbloquear aquello que no nos permite avanzar en sincronía.
De esta forma, favoreceremos nuestro desarrollo vital, al ser más capaces de comprender nuestro mundo emocional y relacional.
Psicóloga Clínica
Especialista en Psicología, Atención Infanto-Juvenil y Evaluación Neuropsicológica
Idiomas | Español
Atención | Presencial y Online