Neuromodulación No Invasiva

En los últimos años la comunidad científica ha desarrollado un creciente interés en relación a diferentes técnicas capaces de modular la actividad cerebral a través del cráneo (es decir, de forma no invasiva). Las principales modalidades de Neuromodulación No Invasiva desarrolladas hasta la fecha y que han demostrado eficacia clínica en el tratamiento de diferentes trastornos incluyen la Estimulación Magnética Transcraneal (EMT) y la Estimulación Transcraneal por Corriente Directa (tDCS, por sus siglas en inglés). Se trata de tratamientos muy seguros, aplicados a lo largo de varios días o semanas. Se emplea habitualmente en casos que no han respondido satisfactoriamente a los tratamientos habituales, aunque hay una tendencia creciente a utilizarlos como tratamiento de primera elección. A pesar de las diferencias en el mecanismo de acción de estas técnicas, todas tienen en común la capacidad de modificar la actividad de los diferentes circuitos neuronales implicados en distintas patologías, ya sea mediante la potenciación de estos circuitos (en caso de que se encuentren hipoactivos) o mediante su inhibición (en el caso de circuitos hiperactivos).

La EMT consiste en la administración de pulsos electromagnéticos focalizados en áreas específicas de la corteza cerebral a través del cráneo. Ha sido aprobada tanto en Europa como en EEUU y Canadá (entre otros países) para el tratamiento de la Depresión Mayor (incluso en casos resistentes al tratamiento farmacológico habitual), del Trastorno Obsesivo-Compulsivo, del Trastorno por Uso de Sustancias (adicciones en general) y de la Ansiedad asociada a Depresión. Por otra parte, hay numerosos estudios que avalan su efectividad en el tratamiento del Trastorno por Estrés Postraumático y en la Esquizofrenia (alucinaciones auditivas y síntomas negativos). Otros estudios apuntan a que podría ser efectiva en el Trastorno por Déficit de Atención con/sin Hiperactividad y en los Trastornos del Espectro Autista.

La tDCS es una técnica muy sencilla y bien tolerada, que consiste en el paso de una corriente de baja intensidad (< 2mA) a través de zonas específicas del cerebro. Ha demostrado ser efectiva para el tratamiento de la Depresión Mayor y ha sido aprobada a nivel europeo para el tratamiento de este trastorno. Por otra parte, numerosos estudios sugieren que esta técnica es efectiva en el tratamiento del Deterioro Cognitivo, la Fibromialgia y la Esquizofrenia (alucinaciones auditivas y síntomas negativos). Más allá de las aplicaciones clínicas, la tDCS se ha empleado con buenos resultados en Potenciación Cognitiva, mejorando diferentes ámbitos cognitivos como la atención, la concentración, la velocidad de procesamiento de la información y la memoria. 

La sencillez del procedimiento de la tDCS permite que este tratamiento pueda administrarse con total seguridad en casa.  La mayor parte de los protocolos de tratamiento recomiendan una sesión diaria de 30 minutos de duración, 5 días a la semana, durante un total de 3 semanas.