El Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) es un cuadro psiquiátrico que suele ocasionar muchas dudas e inquietudes, ya que se trata de un cuadro relativamente común y a veces no queda muy claro el límite entre lo patológico y lo normal. Lo cierto es que TOC es un cuadro más complejo de lo que parece a simple vista, ya que no se trata simplemente de querer mantener todo limpio o de tener una serie de manías. Aunque hay muchos grados de intensidad, quien lo padece suele vivir atrapado por la necesidad de llevar a cabo ciertas tareas que le ocasionan un importante sufrimiento y una marcada incapacidad para hacer una vida normal.
¿En qué consiste el Trastorno Obsesivo-Compulsivo?
El TOC es un cuadro caracterizado por la presencia de pensamientos recurrentes, intrusivos, no deseados y repetitivos. Estos pensamientos con frecuencia tienen un carácter amenazante y quien los padece suele considerarlos exagerados y absurdos. Asimismo, para calmar el malestar ocasionado por estos pensamientos sienten la necesidad de llevar a cabo alguna conducta (generalmente llamado ritual), aunque saben que en realidad es absurdo e innecesario. Un clásico ejemplo puede ser la idea repetitiva de que alguien en mi entorno va a sufrir un accidente y para evitarlo debo tocarme la nariz tres veces. Otro ejemplo, muy frecuente, es el temor a la contaminación que nos lleva a lavarnos las manos repetidamente. También puede estar la necesidad de realizar determinadas acciones en un determinado orden o asegurándome de que no hay ninguna interrupción. En otras ocasiones debo comprobar repetidamente algo para asegurarme de que no va a pasar nada malo (por ejemplo, revisar que el gas y las luces están apagados o que la puerta está bien cerrada, ya que podría ocasionar un accidente o alguien podría entrar en casa por mi culpa). En estos casos suele aparecer la duda y la necesidad de volver a comprobar, aunque lo haya hecho en repetidas ocasiones (lo que llamamos duda patológica). En definitiva, existen infinitas modalidades con respecto al contenido, pero lo característico del TOC es la recurrencia del pensamiento, la conciencia de lo absurdo y la necesidad de realizar un ritual (ya sea de conducta o de pensamiento) que, aunque absurdo, considero necesario para calmar mi malestar.
Este tipo de fenómenos se relacionan suelen relacionarse con lo que llamamos pensamiento mágico, que es muy característico de las supersticiones. Un clásico ejemplo es el de la sal: “Si tiro la sal, tendré mala suerte”. La diferencia entre el TOC y las supersticiones es que éstas suelen ser socialmente aceptadas, no suelen controlar mi vida y no generan un malestar significativo.
¿Cómo se diferencia el TOC de las manías, las supersticiones o las costumbres?
La mayoría de nosotros tenemos pequeñas manías que llevamos a cabo de forma habitual. La gran diferencia radica en que los pensamientos propios del TOC (las obsesiones) se me meten constantemente en la cabeza (tiene un carácter intrusivo), tienen habitualmente un componente amenazante (implican que algo malo puede suceder), me obligan a llevar a cabo determinadas conductas para mitigar la preocupación o el malestar (las compulsiones), generan un importante malestar e interfieren de forma significativa en mi vida y, característicamente, soy plenamente consciente de lo absurdo del asunto (es decir, soy consciente de lo exagerado que resulta y de que no existe una vinculación lógica entre el pensamiento obsesivo y la compulsión).
Las meras manías que la mayor parte de nosotros realizamos no nos generan este malestar y no interfieren de la misma manera en nuestras vidas. Un aspecto especialmente importante es que, si a quien lo padece no le molesta, probablemente no se trate de un TOC (aunque sí moleste a las personas de su entorno).
¿Debo consultar a un especialista para saber si tengo TOC?
Si sientes que no te puedes quitar pensamientos absurdos de la cabeza o si los rituales están afectando a tu capacidad para hacer una vida normal, la respuesta es sí. Un profesional de la salud mental puede realizar una evaluación diagnóstica y valorar si tus síntomas son propios de un Trastorno Obsesivo-Compulsivo o de otra patología. Asimismo, podrá valorar la mejor intervención posible, que puede incluir psicoterapia, medicación o una combinación de ambas.
¿Cuál es el tratamiento del TOC?
El TOC suele tratarse mediante psicoterapia, con medicación o con una combinación de ambas.
La psicoterapia es una herramienta fundamental en el tratamiento del TOC. En concreto, una rama de la psicología llamada Terapia Cognitivo-Conductual es uno de los tratamientos más efectivos para el TOC. Esta forma de terapia te ayuda a entender la relación entre tus pensamientos, tus emociones y tu conducta y te ofrecerá herramientas para disminuir gradualmente la fuerza de tus síntomas. Aunque la psicoterapia puede ser más lenta en ofrecer resultados que la medicación, es fundamental para mejorar el pronóstico a medio y largo plazo.
Desde el punto de vista de la medicación, el TOC se trata con medicación antidepresiva. Es relativamente frecuente que el TOC requiera dosis más altas de medicación que otras patologías, como la Depresión. Se trata de tratamientos sumamente seguros y muy bien tolerados. Generalmente tardan unas dos semanas en empezar a hacer efecto y el efecto completo puede tardar varias semanas en instaurarse.
Habitualmente, la combinación de psicoterapia y medicación se considera como la alternativa terapéutica más efectiva.
Algunos casos no responden del todo a la medicación o a la psicoterapia. Existen diferentes tratamientos que pueden aplicarse en estos casos (como son las benzodiacepinas y los antipsicóticos atípicos a dosis baja). En los casos que no terminan de responder al tratamiento habitual, pueden aplicarse alternativas más novedosas que han demostrado ser efectivas en el TOC resistente, como es la Estimulación Magnética Transcraneal.
En resumen, el Trastorno Obsesivo-Compulsivo es un trastorno que va más allá del hecho de tener simples manías. Sabemos por experiencia que algunas personas se sienten avergonzadas por experimentar estos síntomas, ya que lo consideran raro o anormal. Si sientes que tu vida o la de alguna persona de tu entorno se ve afectada por pensamientos obsesivos (absurdos y recurrentes) y comportamientos compulsivos, es recomendable buscar ayuda de un psiquiatra o un psicólogo. Recuerda que el primer paso para superar un problema de salud mental es reconocer que lo tienes y buscar ayuda. ¡No tienes que pasar por esto solo!
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