“Cerré la puerta con llave, avancé dos pasos y di la vuelta para comprobar si la había cerrado correctamente. Así, doce veces”
“A veces miro a la ventana y pienso en tirarme, aunque la verdad es que yo no quiero morirme”
“Necesito lavarme las manos durante 10 minutos porque presiento que, de lo contrario, podría ocurrir algo malo a alguien de mi familia”
Si estas situaciones te suceden puntualmente cada mucho tiempo, no habría de qué preocuparse. Sin embargo, si estas secuencias se convierten en algo recurrente, podríamos estar ante un caso de un Trastorno obsesivo compulsivo, conocido por sus siglas como TOC.
¿Qué es TOC?
El Trastorno obsesivo compulsivo (TOC) se caracteriza por un patrón de pensamientos no deseados (obsesiones) que generan ansiedad y dar lugar a comportamientos repetitivos (compulsiones). Cuando este mecanismo está tan presente en el día a día, tanto que llega a interferir en él generando un malestar elevado y sufrimiento, podremos hablar de este trastorno.
En la actualidad, se estima que alrededor del 1,5% de las personas lo padezcan y que, alrededor de un 30% de la población, haya tenido obsesiones o compulsiones a lo largo de su vida.
Síntomas del TOC
Los primeros síntomas del Trastorno obsesivo compulsivo (TOC) suelen aparecer alrededor de los 18 años, aunque también es muy común observar rasgos en la infancia.
En muchos casos las personas descubren que ésta es una buena estrategia para afrontar su malestar (por ejemplo, cuando estoy nervioso limpio u ordeno la casa, etc.).
De esta manera, se aprende a calmar el malestar, aunque ésta forma no sea la ideal, ya que cuanto más se deja llevar por la necesidad de realizar una determinada conducta, más cuesta dejar de realizarla.
Algunos de los síntomas del TOC son los siguientes:
- Obsesiones. Se trata de pensamientos o imágenes intrusivas, es decir, no deseadas, que generan ansiedad y/o sufrimiento. Además en muchas ocasiones se puede clasificar en temáticas frecuentes:
- Miedo a contaminarse, a la suciedad
- Pensamientos “censurados” es decir, pensamientos que valoramos como graves o indebidos, normalmente relacionados con temática sexual, religiosa o delictiva
- Necesidad de control y simetría en el entorno
- Dudas acerca de situaciones de la vida que pueden parecer razonables: quiero o no a mi pareja? Debería dejar mi trabajo? Este síntoma será de alguna enfermedad grave?
- Compulsiones. Por el contrario, las compulsiones son aquellas conductas que llevo a cabo para mitigar (al menos momentáneamente) el malestar producido por la obsesión. En ocasiones, se presentan como comportamientos repetitivos, en los que sientes la necesidad de hacer y que, de no hacerlos, el malestar aumenta o incluso sientes que algo malo podría suceder. Al igual que sucede con las obsesiones, las compulsiones también pueden organizarse por temáticas:
- Realizar comprobaciones (ej. ¿He cerrado el gas?)
- Lavado: lavarme las manos de una determinada manera y un número concreto de veces
- Colocar los objetos en un orden preciso
- Hacer algún tipo de ritual mental: rezar, contar, repetir una frase, etc.
Cuándo “las manías” se convierten en un problema
En algún momento de su vida, la mayor parte de la población ha experimentado algún tipo de obsesión o compulsión, manteniéndose esta incluso a lo largo del tiempo; sin dar lugar a mayores a problemas, es decir, son funcionales.
Sin embargo, en algunas ocasiones los síntomas del TOC pueden agravarse de forma progresiva, empeorando cuando en la vida de la persona surgen acontecimientos estresantes, por ejemplo: pérdidas, procesos migratorios, rupturas, etc.
Cuando esto sucede, el malestar aumenta y, podríamos decir, que dejan de ser conductas funcionales y pasan a ser desadaptativas, evolucionando en ocasiones en trastorno, es decir, un problema que atender.
Preguntas frecuentes sobre el Trastorno obsesivo compulsivo
Las causas del TOC pueden tener origen en múltiples factores, entre ellos:
- Genéticos
- Neuroquímicos
- Ambientales
Más allá de los aspectos orgánicos, se sabe que las variables que correlacionan con aspectos ambientales, muchas veces están relacionados con estilos de crianza, pudiendo existir dos patrones muy diferentes:
- Por un lado, cuando han sido muy restrictivos y con mucha exigencia
- o bien ha existido mucho descontrol.
En el primer caso, los niños desarrollarán el perfeccionismo, como estrategia para obtener reconocimiento y poder desarrollarse; mientras, en el segundo utilizarán el control para construir de manera interna el orden y la estructura que fuera, no existe.
Para garantizar el mejor tratamiento del Trastorno Obsesivo Compulsivo en Madrid, es imprescindible realizar una adecuada valoración del caso, la cual debe ser efectuada por especialistas.
En tal caso, el equipo médico especializado de Consulta Velázquez, valorarán la opción más pertinente en cada caso concreto, pudiendo aplicar entre ellos:
- Tratamiento farmacológico: pautado por un médico psiquiatra, previa evaluación. Normalmente se pautarán fármacos antidepresivos que deberán mantenerse durante un mínimo de varios meses.
- Tratamiento psicoterapéutico: Existe evidencia científica sobre la efectividad de la psicoterapia en casos de TOC. El tratamiento más habitualmente utilizado es la exposición, con prevención de respuesta. Lo importante en este caso será valorar el enfoque más adecuado para el abordaje del caso. La terapia psicológica ha demostrado ser de gran valor para alcanzar un mejor pronóstico a medio y largo plazo.
- Tratamiento combinado: La combinación del tratamiento farmacológico, junto con la psicoterapia, suele ser la forma de intervención más efectiva.
Hay casos en los que el tratamiento farmacológico y la psicoterapia pueden ser insuficientes para controlar la sintomatología del TOC.
Por tanto, estos pacientes pueden beneficiarse de otros tratamientos disponibles en Consulta Velázquez, como es la Estimulación Magnética Transcraneal aplicada en casos de TOC en Madrid.
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